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Cada vez son más quienes abrazan una dieta libre de carne y pescado.
El vegetarianismo es una dieta basada en productos de origen no animal directo, es decir, carnes y pescados principalmente. La vertiente más radical del vegetarianismo es el veganismo, cuya premisa es rechazar cualquier alimento de origen animal, es decir, también se incluirían huevos, lácteos de animales, miel y productos similares. El movimiento del vegetarianismo ha ido cobrando fuerza en los últimos años y, a continuación, veremos en qué espacios ha repercutido y conoceremos un poco más a fondo este estilo de vida.
La cocina vegetariana ha revolucionado el sector hostelero, cada vez encontramos más restaurantes con opciones vegetarianas o directamente restaurantes completamente de cocina vegetariana o vegana. El veganismo, sobre todo en este caso, también ha llegado a la industria textil y del calzado, y es que cada vez más marcas apuestan por la moda que no consuma producción animal. La cosmética también se ha subido a este carro, aumentando el número de productos cruelty free. Hasta el juego ha llegado el mundo vegetariano pues, Phil Ivey, jugador de poker, llegó a perder una apuesta al renunciar a una pieza de carne y además pagar la cantidad de 150,000 dólares por dicha renuncia. Así que hasta los jugadores profesionales de póker en sus diferentes variantes, como el poker texas holdem online de alguna compañía conocida, también han sentido la influencia de la cocina vegetariana en sus apuestas. Y es que convertirse en vegetariano no debe ser nada fácil. Aunque la cocina vegetariana cada vez es más visible, no es tan sencillo para algunos dar el salto y cambiarse a este estilo de vida. Para dar el primer empujón hacia el vegetarianismo, hay que conocer cómo es esta dieta y unas cuantas recetas sencillas para ir empezando. A continuación, entraremos un poco más en detalle sobre qué productos conforman la dieta vegetariana.
La dieta vegetariana, como ya sabemos, se basa en la preferencia de alimentos de origen vegetal a los de origen animal. La base de esta dieta son las frutas y las verduras, acompañadas de alimentos ricos en vitaminas como son los frutos secos y las semillas, además de carbohidratos tales como la pasta o el arroz. Además de esto, existen sustitutivos proteicos de la carne que también tienen un origen vegetal. Este es el caso del ya archiconocido tofu, o de otros como el seitán y el tempeh. Estos alimentos se cocinan de diferentes maneras (ya sea con forma de hamburguesa, en tiras, etc.) y son un gran sustitutivo de la carne o el pescado a nivel proteico.
Otro alimento que aumenta su presencia en la cocina vegetariana son las algas, ya que son ricas en muchas vitaminas, en especial la vitamina B12, que es fundamental para nuestro organismo y que es muy difícil de encontrar en otros alimentos de origen vegetal. Otro súper alimento que ya es un clásico de la cocina vegetariana son las semillas, en especial las de chía y las de linaza. Estas semillas, que se recomienda tomar diluidas, son ricas en vitaminas E y K, además de ácido Omega 3.
Una manera en que la cocina vegetariana ha ido ganando adeptos ha sido mediante las hamburguesas vegetales. Combinaciones de legumbres y verduras como por ejemplo lentejas y berenjena, o garbanzos y calabaza, trituradas y con forma de hamburguesa, son el alimento que ha hecho que la cocina vegetariana se pusiera en boca de todos. De hecho, marcas como Heura se dedican única y exclusivamente a la fabricación de hamburguesas y derivados de origen vegetal. Otra marca muy famosa es Beyond Meat, en la que personas influyentes como Leonardo Di Caprio o Bill Gates decidieron invertir.
Probablemente, una de las dudas que más brotan en torno a la cuestión del vegetarianismo o del veganismo es por qué se ha puesto tan de moda y por qué cada vez hay más adeptos a este nuevo estilo de vida. La Asociación Norteamericana de Dietética apunta a que las dietas vegetarianas, si están son bien planificadas, ya sean dietas generales, veganas o vegetarianas, son saludables, proporcionan beneficios saludables y, además, son nutricionalmente adecuadas. Las dietas vegetarianas son aptas para todas las etapas de la vida.
Teniendo claro el factor seguridad en tanto que nuestra salud se ve profundamente beneficiada de tener una dieta vegetal, otros factores positivos que se suman al vegetarianismo son el ecologismo, ya que una dieta vegetariana contribuye a reducir la contaminación que producen las fábricas de alimentos de origen animal, tanto en producción de CO₂ como en el gasto del agua. Dentro del ecologismo, otra vertiente que también se hace resaltar con el vegetarianismo es la preferencia por el consumo de la producción local y de temporada, ya que la base son las frutas y las verduras. El consumo y la producción local también son partícipes de la reducción de la producción de CO₂, ya que el transporte y la distribución se reducen.
Si al factor de la huella ecológica, le añadimos la conciencia del respeto hacia la vida animal, sumamos así otro punto positivo hacia la cocina vegetariana. Así, siendo vegetarianos, no solo estamos contribuyendo a la reducción de fábricas de producción animal que gastan cantidades desorbitadas de agua potable y que producen cantidades también ingentes de dióxido de carbono que destruye la capa de ozono terrestre, sino que, además, con la dieta vegetariana también contribuimos a que se reduzca la producción de animales, sobre todo ganado porcino, ovino, vacuno y aviar, que normalmente habitan en espacios ínfimos y están sometidos al estrés de la producción. Varios documentales, como el gran conocido Cowspiracy, constatan las condiciones de vida bochornosas en las que tienen que habitar estos animales para llegar a nuestras neveras.
En definitiva, la cocina vegetariana ha llegado pisando fuerte, defendiendo valores legítimos para la preservación de nuestro planeta, y además aportándonos grandes beneficios a nuestra salud. Ya hemos mencionado cómo ha revolucionado sectores como el hostelero, el cosmético o el textil. Ahora solo nos falta que revolucione nuestras neveras y que, empezando por recetas sencillas, terminemos por realizar grandes platos vegetales con los que nos sintamos, además de sanos, satisfechos y felices de participar en esta nueva apuesta gastronómica.