Anabel Pantoja siempre permaneció bajo la sombra de su familia. Ser sobrina y prima de no es fácil, sobre todo cuando ellos, originales de la fama, copan todas las portadas. Sin embargo, Anabel ha sabido utilizar sus contactos para hacerse un hueco -oportunidad- en el mundo de Telecinco al que están abonada su tía Isabel Pantoja y sobre todo su prima Chavelita. Esta visibilidad e ingresos le han dado la oportunidad de monetizar sus redes sociales en las que de vez en cuando colabora con alguna marca promocionando sus productos, además de seguir con sus varios negocios fuera del universo televisivo -recientemente abrió un salón de belleza-. La suya es una historia de superación profesional y personal. Lejos ha quedado esa joven tímida con su cuerpo. Ahora se ve a sí misma cañón y se nota ese orgullo por su físico (por fin).
3DE CACHALOTE A PIBÓN
Hasta 2012, su imagen y su rostro eran completamente diferentes a como se ve ahora. Entonces era habitual que utilizar ropas anchas. Incluso después de haber perdido 30 kg, los kilos de más seguían siendo su particular cruz. En más de alguna instantánea ha tenido que sufrir los insultos por su físico. En una de sus publicaciones de la pasada temporada de invierno, uno de los haters le dedicó un bonito epíteto: cachalote. Ella respondió con humor, sabiendo que ahora está mejor que nunca y consiguiendo que lo que digan de ella le dé completamente igual.