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jueves, 21 noviembre 2024

Miguel Bosé: del estrellato a las teorías conspiranoicas que lo hacen ver como un loco

La pandemia mundial del coronavirus está haciendo mella en nuestro estilo de vida y dejando al descubierto muchas cosas, entre otras la radicalización de las opiniones y la puesta en cuestionamiento de la libertad de expresión. Sin entrar en el hecho de si Miguel Bosé y el resto de famosos que hablan de teorías de conspiración sobre Bill Gates y la implantación del 5G pueden tener razón o no, parece que mucha gente se escandaliza por el hecho de que sus declaraciones no sean vetadas en las redes sociales. Se les acusa de ser altavoces de la desinformación, y puede que así sea. Sin embargo, solo son personas expresando su opinión, que tiene más repercusión por el hecho de ser famosos. De hecho, Miguel Bosé fue toda una estrella, aunque ahora no se le reconozca como tal.

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Se crió entre artistas y famosos que eran amigos de sus padres

Cuestión complicada pues ser el hijo del torero Luis Miguel Dominguín y de Lucía Bosé ya le colocaba en el centro de interés de la prensa. El 3 de abril de 1956 nació el cuarto hijo de la pareja, bautizado como Luis Miguel González Bosénota, su padrino fue el director de cine Luchino Visconti y ya de mayor modificó dos veces su nombre hasta dejarlo en Miguel Bosé Dominguín.

Pablo Picasso o Ernest Hemingway eran algunos de los amigos de sus padres que este “niño solitario” conoció en su infancia. El Liceo Francés de Madrid fue el sitio donde Miguel estudió y en la década de los 70 estudió danza en Londres con Lindsay Kemp, en París con Martha Graham y con Alvin Ailey en Nueva York.