Sus ojos claros, su dulce mirada, sus largos cabellos y sobre todo, su amor por los animales, la convirtieron en la ganadora de la segunda edición de GH. Ella es Sabrina Mahi, y todo el mundo recuerda a aquella belleza cuya vida ha cambiado tanto desde entonces. Todo el mundo recuerda a aquella gallina a la que cuidaba y alimentaba como a un hijo, y también el hueco de detrás del sillón de El Confesionario donde inició sus tímidos arrumacos con Ángel. Entonces no se había implantado aún el edredonning. Sabrina es de otra época, pero está más bella si cabe, que entonces, y vive una existencia apasionantes.
3Un divorcio sorprendente
En abril del 2014 Sabrina visitaba el plató de Sálvame tras muchos años alejada de los focos. Sus admiradores no esperaban lo que iba a decir. La malagueña sorprendió a la audiencia con una confesión. Se había divorciado cuatro años antes y ella había dado el primer paso. «Fui yo quien tomó la decisión porque me di cuenta de que íbamos por caminos muy distintos…Tú te casas con un proyecto en común y de repente te das cuenta de que el amor no funciona. No hubo terceras personas que influyeran en la ruptura”.