Es común el uso de la palabra sibaritas para distinguir a los amantes del placer, en especial el gastronómico. Y al igual que para los famosos, los alimentos exóticos, costosos y otras maravillas gastronómicas a las que pocos tienen acceso, son la predilección de un verdadero sibarita.
Todos tenemos nuestras preferencias culinarias, y ya sea que nos consideremos comedores quisquillosos es bastante probable que haya al menos una comida que no nos guste. Hay platos que podríamos comer todos los días y otros que simplemente no toleramos. Y, como no podía ser de otra forma, las celebridades no son la excepción.
Kloé Kardashian, Tyra Banks, Chrissy Teigen entre otros famosos, tienen en su lista de comidas algunos alimentos menos favoritos que nos pueden parecer bastante sorprendentes pues, en ocasiones, se tratan de comidas que nadie más rechazaría.
6Kourtney Kardashian
Kourtney Kardashian evita el consumo de gluten; de hecho, no tolera que sus hijos coman cualquier cosa, ni siquiera en el colegio. “No estaba nada satisfecha con la comida que servían en el colegio de mis hijos, así que me aseguré de que el director estuviera al corriente de mis preocupaciones”, contó. En marzo de este año, dijo a la revista Health, cuando se le pidió que nombrara un alimento que odia, que “Nunca abriría una lata de refresco”, y que a pesar de que no necesariamente le disgusta el sabor de la gaseosa, no lo tomará pronto.
Zendaya, a pesar de ser vegetariana desde temprana edad, admitió a Us Weekly que “no le gustan demasiado las verduras”. En una entrevista a Harper’s Bazaar, también explicó que el café no hace nada para ella y que ella realmente odia el agua.
Al famoso chef Gordon Ramsay le suelen disgustar muchas cosas mal preparadas, pero hay una cosa que no comerá sin importar lo que pase: la comida del avión. “Trabajé para aerolíneas durante 10 años, así que sé dónde ha estado y dónde va esta comida, y cuánto tiempo tardó en llegar a bordo”.
Lo creas o no, el mariscal de campo de los New England Patriots, Tom Brady admitió en 2016 a la revista Nueva York que no come fresas ni toma café, y que de hecho nunca lo había intentado probarlos, añadiendo que no siente ningún interés por cambiar eso.
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