Nueve años han transcurrido dese la triste partida de Amy Winehouse, una de las cantantes más importantes de los últimos 20 años, icono de la cultura británica y una de las promesas más brillantes del mundo de la música.
Amy tenía una voz prodigiosa, acompañada por su talento innato y por peculiar estilo: llena de tatuajes, piercings y su famoso peinado colmena que lograron llamar la atención de Karl Lagerfeld, usándola como inspiración para sus modelos.
Toda su carrera y el éxito obtenido, estuvo rodeada de una vida llena de excesos, adicciones y relaciones que la llevaron a la autodestrucción, a pesar de sus múltiples intentos por salir adelante.
5Una voz que se apagaba a los 27 años
La intérprete fue encontrada muerta en su departamento en Camden, Inglaterra, la autopsia reveló que había tomado más de tres botellas de vodka y mezclado pastillas, eso la introdujo al coma que le causó la muerte el 23 de julio del 2011.
Había recibido la visita de su madre el día anterior a su muerte, y confesó después que le había parecido recuperada. Lo mismo pasó con su médico personal, una de las últimas personas que la vio con vida.