Ana iglesias es la flamante vencedora de la octava edición del concurso de cocina por excelencia de este país, MasterChef. Esta joven de 24 años oriunda de Madrid ha sabido mantener la sonrisa, el buen humor y las ganas de hacer las cosas bien en la que ha sido la edición más polémica hasta la fecha del concurso.
Excelente cocinera, humilde, perseverante y medida fueron las palabras con las que los miembros del jurado de MasterChef definieron a Ana Iglesias, asegurando que su victoria era más que merecida. Se trató de una final reñida en la que por primera vez hubo tres candidatos en lugar de dos, Andy quedó en segundo lugar e Iván Mariñas en el tercero. Además, supuso todo un éxito de audiencia, obteniendo un 30,3% de cuota lo que supone 3.083.000 espectadores.
5Mantiene que encontrará la manera de aunar todos sus conocimientos
Saray también ha confesado que cuando llegó al programa el jurado que más le imponía era Jordi Cruz, pero a la hora de irse era Pepe, quizás porque lo veía con más autoridad, Samantha Vallejo-Nágera a pesar de que la gente la considera gritona le pareció una persona muy cercana.
Reconoce que le gusta mucho la cocina porque siempre le ha gustado comer, y cuando un plato le apasiona quiere saber cómo se ha hecho. Se declara amante de la cocina italiana, especialmente las pastas con todo tipo de salsas, lasañas, risottos…
Los sueños de Ana Iglesias de cara al futuro pasan por poder unificar todos sus conocimientos, aún no tiene claro si quiere montar un restaurante o cómo va a encajarlo. Lo que sí tiene claro es que el arte es el nexo que tienen en común el diseño de joyas y la cocina y piensa encontrar la manera de lograr platos que parezcan joyas.