Carlos Vazquez Moreno, más conocido como Tibu, fue en su día uno de los personajes más poderosos de la industria musical española. Llego a ser representante de Hombres G, Javier Gurruchaga, Marta Sánchez, Javier Álvarez, José Mercé, Aute o El Canto del Loco entre otros. Además logró hitos como reunir a Hombres G para una gira conjunta con El Canto del Loco, fue responsable de los míticos conciertos de Luis Eduardo Aute y Silvio Rodriguez en 1993 y consiguió que Vicente Amigo compartiese escenario con Sting. Gracias a estos logros Tibu alcanzó también el éxito económico, algo de lo que además le gustaba alardear: 12 casas, un Porsche, dos Harleys, un velero, varias docenas de empleados y muchos ceros en su cuenta.
1LA CAIDA DE TIBU
Dicen que cuanto más alto se sube más dura será la caída. Y que la avaricia rompe el saco. Esto lo supo Tribu en 2010 cuando, estado de vacaciones en Ibiza, recibió una querella criminal por deslealtad societaria y apropiación indebida interpuesta por la agrupación El Canto del Loco. Su éxito profesional ya llevaba un tiempo ensombreciéndose y muchos de sus representados habían dejado de trabajar con él. Pero esta vez había acusaciones graves de robo.
Finalmente El Tribunal Supremo dictó dos condenas contra Tribu, una a dos años de cárcel y 21.0000 de multa por apropiación indebida de 222.000 que el grupo generó durante su gira de 2008. La otra fue por un fraude de 67.837,57 euros a dos miembros de la banda con quienes había formado una sociedad, por lo que se condenó a dos años más de prisión. En 2015 ingresaba en Soto del Real donde pasó los cuatro años correspondientes, más dos meses y un día. En abril de 2019 recuperó su libertad y decidió escribir un libro.