Poco a poco y sin hacer ruido el agua micelar se ha ido instalando en nuestras rutinas de belleza. De hecho, los expertos de la industria lo consideran un ingrediente imprescindible para la piel.
¿Pero cuál es el origen de este nuevo imprescindible de la estética? Pues como muchos otros productos, el agua micelar llega de la mano de la medicina. En concreto de la medicina francesa. Allí, a finales del siglo XX, lo utilizaban para limpiar quemaduras sin que la piel se irritase.
En cuanto los farmacéuticos observaron sus propiedades, el agua micelar se convirtió en el ingrediente indispensable de los cosméticos de farmacia. Hoy, casi todas las empresas beauty lo han incorporado en sus fábricas.
65. Refresca y matifica
El uso de agua micelar de forma constante en nuestra rutina de belleza tiene muchas propiedades beneficiosas. Pero – buena noticia para las perezosas – aunque no seas disciplinada, su uso esporádico también repercute positivamente en la piel.
El agua micelar matifica el rostro y le da un aire más fresco y joven.
Además, es un eficiente recurso de belleza no sólo en sí mismo, sino que también nos ayuda a la correcta absorción de los productos que vayamos a aplicarnos tras él.