¿Quieres verte guapa o verte bien? ¿Quieres que tu cara no denote cansancio o sentirte feliz y enérgica? Con el paso de los años, las mujeres hemos descubierto que lo importante no es cómo nos vean por fuera (o no estrictamente) sino cómo nos sintamos nosotras por dentro. Y en realidad ese es el reto de la medicina estética, cuidarnos por dentro para que los resultados se hagan evidentes también por fuera.
Pero ¿en qué consiste exactamente la medicina estética? La medicina estética es esa rama de la medicina que pone el foco en mejorar la imagen o el aspecto sin que exista una patología previa. Esta rama de la medicina pone el foco no sólo en la estética sino en el bienestar integral.
Aunque a veces pensamos en este tipo de intervenciones como algo frívolo, la medicina estética es un tipo de medicina preventiva. En la mayoría de los casos, ésta proporciona bienestar y mejoras directas en la salud del paciente.
Además, a diferencia de la cirugía estética, la medicina estética nunca utiliza técnicas de cirugía mayor. De hecho no requiere anestesia general, por lo que el riesgo de complicaciones es mínimo.
¿Cómo puede mejorar la medicina estética nuestra salud y bienestar?
1. Corregir las muecas del rostro
Los estigmas de la cara muestran nuestro cansancio, nuestra tristeza o nuestro enfado. Es inevitable. El problema radica en las veces que nuestro rostro muestra dichos signos sin que estos tengan que ver con la realidad; es decir, rostros apagados de mujeres de menos de 30 años o restos de cansancio incluso aunque estemos de vacaciones.
¿Qué podemos hacer para corregir esas arrugas o muecas faciales que nos hacen parecer quien no somos? Para ello, la medicina estética nos recomienda el bótox que nos ayuda a relajar la musculatura del entrecejo y el depresor del labio especialmente.
Además, podemos rellenar e hidratar con ácido hialurónico las arrugas y complementar con hilos tensores.
2. Disimular un rostro cansado
A veces, aunque estemos de vacaciones, o hayamos dormido ocho horas nuestro rostro sigue trasmitiendo el mensaje de que estamos cansados.
Bolsas, ojeras o cejas caídas son los objetivos más comunes de la medicina estética.
Los mejores resultados para este problema se obtienen con el ácido hialurónico y el bótox otra vez y con sesiones de ultrasonidos focalizados que además no requieren cirugía.
3. Aportar luminosidad y alegría al rostro
Hay técnicas que añaden firmeza a los labios, los rellenan y los convierten en labios fuertes y jugosos.
Además, infiltrando hilos tensores de ácido poliláctico conseguimos un efecto lifting en los pómulos y en el ángulo de la mandíbula que además de activar la producción de colágeno, hace que mejore por sí misma la calidad del tejido cutáneo.
Si además, queremos borrar el ceño fruncido que nos hace parecer enfadados todo el día, podemos probar un tratamiento de luz pulsada que nos ayudará a recuperar luminosidad y reducirá el tamaño del poro.
4. Rejuvenecimiento facial con medicina estética
La cara es el espejo del alma, pero por desgracia, a veces engaña. Cuántas veces hemos visto un rostro que no se corresponde con la edad cronológica de la persona. En este sentido, la medicina estética ha avanzado mucho. Son diversas las técnicas de esta ciencia las que borran de nuestro rostro las marcas físicas de la edad.
Una de ellas es la oxigenoterapia, una técnica terapéutica cada vez más demandada ya que aporta a la piel una dosis extra de oxígeno estimulando la microcirculación y eliminando los radicales libres. Esta técnica cada vez es más frecuente. Suele llevarse a cabo en centros de Spa y Wellness y no necesariamente en clínicas médicas.
La medicina estética utiliza el oxígeno altamente concentrado como herramienta. En el campo de la estética sirve para estirar la piel o retrasar su envejecimiento, pero también es muy buena técnica para combatir la celulitis y la grasa en general, o para eliminar el acné.
Además, el oxígeno concentrado refuerza el sistema inmunológico por lo que nos hace más resistentes a contraer enfermedades. Se ha comprobado que la oxigenoterapia también actúa sobre el cerebro, favoreciendo la concentración, la memoria y mejorando la calidad del sueño.
5. Reducir la flacidez
Para reducir la flacidez fruto de los kilos de más, el paso de los años o los partos en el caso de las que han sido madres la medicina estética nos recomienda la mesoterapia.
De hecho, es la técnica más utilizada en los últimos años puesto que es muy poco invasiva e indolora y permite aplicar el producto que necesita tu piel de forma muy focalizada.
La mesoterapia consiste en aplicar un fármaco o sustancia a muy poca profundidad de la piel mediante microinyecciones. Las sustancias a inyectar depende del objetivo que pretendamos. Normalmente suelen ser ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas o todo tipo de vitaminas.
6. Eliminar el vello facial y corporal
Más allá de la depilación con cera o con herramientas que arrancan el pelo de forma temporal, la medicina estética lleva más de cuarenta años trabajando con la depilación láser.
Es uno de los métodos más utilizados para eliminar el vello. Su valor añadido es que lo hace de manera progresiva y evitando que vuelva a salir. Los equipos y los métodos han evolucionado tanto que podemos afirmar que es un método totalmente seguro y eficaz.
Frente a los métodos de extracción convencionales, en este caso la raíz del pelo recibe calor a través del láser y lo destruye. Así es como se consigue que el vello no vuelva a crecer.
7. Acabar con la celulitis o la grasa concentrada
Los propios especialistas promueven una vida sana y una correcta alimentación para terminar con la celulitis o piel de naranja. Cuando esto no es suficiente, la medicina estética tiene una gran variedad de técnicas. Y lo mejor es que se trata de técnicas no invasivas y muy eficientes.
Por ejemplo, la criolipólisis (utilizando el frío), la cavitación (ejerce presión sobre el tejido adiposo para deshacer la grasa), la radiofrecuencia (emisión controlada de radiaciones electromagnéticas) o la presoterapia.
Si ninguna de estas técnicas fuera definitiva, podemos recurrir a la liposucción. Ésta si es una técnica quirúrgica de mayor impacto. De hecho, debe ser supervisada por un profesional médico. Funciona extrayendo la grasa acumulada con unas cánulas muy finas.
Aunque en un principio la medicina estética estaba asociada a algo más superficial, en la actualidad se concibe como un conjunto de herramientas y recursos cuyo objetivo es ayudar a los pacientes a mejorar su bienestar físico y psicológico y su salud global.