Han pasado más de dos años desde que Javier Santos decidiera reabrir el caso de su paternidad. El valenciano denunció entonces que el cantante Julio Iglesias era su padre. Aportó pruebas biológicas, obtenidas de uno de los hijos del artista, que confirmaban en un 99% la consanguinidad. Las pruebas que la defensa de Santos llevó hasta los tribunales hicieron que la Audiencia Provincial de Valencia decidiera admitir las evidencias científicas.
Sin embargo, la justicia ha fallado a favor de Iglesias al considerar que la paternidad del joven ya fue juzgada en el pasado y que se falló que no era su progenitor. Según ha podido conocer Cotilleo.es, Fernando Osuna -abogado de Santos- tiene intención de seguir litigando en el Tribunal Supremo con un recurso de casación. En palabras del letrado, no cabe duda de que se seguirá batallando para demostrar la verdad, puesto que, si bien es cierto que el asunto fue juzgado anteriormente, las pruebas acreditan que biológicamente no hay dudas de la relación genética.
Un varapalo inmerecido
Tras recibir la notificación de la sentencia, Javier Santos y su madre, Maria Edite Santos, se han mostrado evidentemente afectados. No pueden ocultar que el fallo ha roto todas las esperanzas que habían depositado en los últimos años. No solo porque su lucha es la de un hijo buscando se reconocido ante la ley, sino porque el sufrimiento vivido en los últimos años ha sido, en ocasiones, insoportable.
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