Corría febrero de 2007 y Letizia Ortiz estaba embarazada de su segunda hija. Una llamada telefónica cambiaría para siempre su vida. Su hermana Érika había decidido quitarse la vida, dejando huérfana a su hija Carla y viudo al que, hasta el momento, había sido su compañero de vida Antonio Vigo.
2Así es la nueva vida del viudo de Érika Ortiz
> Enigmático y celoso de su intimidad, muy pocas veces hemos visto a Antonio Vigo. La última ocasión en que trascendieron fotografías suyas fue en compañía de su nueva novia, Laura, con la que inició una relación sentimental solo dos años después de la muerte de Érika. Junto a Laura tuvo otro hijo y todo hace indicar que sigue estando estable y feliz. Aunque aseguran que le costó mucho asumir la ausencia de la madre de su primera hija, Antonio encontró consuelo en el trabajo. Se convirtió en profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid donde, según diversos medios, se caracteriza por ser un docente muy activo. No es lo único a lo que dedica su tiempo, sino que también realiza exposiciones y crea propias obras de arte, pues su otra gran pasión es la escultura. Lo cierto es que el fallecimiento de Érika fue la nota más amarga de su vida pero la última llamada que hizo no fue a él. Este fue su grito de ayuda.
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