Se han cumplido veinte años desde que Mercedes Milà abriera, por primera vez, la casa de Gran Hermano. Un programa que cambió la televisión y la vida de las personas anónimas que decidieron enrolarse en una aventura que fue seguida por más de quince millones de españoles. 20 años después, nada es igual. Esta es la durísima vida de María José Galera, la primera expulsada del concurso.
3Una auténtica pesadilla en tierras aztecas
Quería montar un negocio de padel y ha vuelto casi destrozada. A comienzos del verano, en Sábado Deluxe, la andaluza contaba su experiencia en México. La describió como un calvario. Presenció diversos tiroteos e incluso pudo comprobar en carne propia la violencia y el desorden del país azteca cuando su domicilio, donde convivía con su última pareja, fue desvalijado. Sus socios en el negocio, confesó en el programa, la han traicionado. Tras su paso por el programa, su situación ha mejorado mucho, en parte gracias a la ayuda de la psicóloga del programa. Según ha publicado ABC María José Galera ahora lleva una vida llena de lujos, pero durante un tiempo fue calificada como un juguete roto de la televisión.