El COVID-19 ha obligado a Sálvame a reinventarse. Para cumplir las estrictas medidas del Estado de Alarma, no todos los colaboradores acuden al plató diariamente. Belén Esteban tiene su propia sección desde casa, aunque no parece que la estén yendo muy bien las cosas a la de Paracuellos. Su mayor enemigo, Toño Sanchís, le ha desenmascarado. ¿Corre peligro el trabajo de la princesa de pueblo?
4Belén Esteban pierde los papeles por culpa de su hija
> Gracias a la tecnología y los teléfonos móviles, la de Paracuellos aparece algunas tardes en directo para demostrar sus dotes culinarios. Cuanta con la ayuda de su hija Andreita, que está con ella confinada en casa y que es la encargada de grabar a la Esteban mientras cocina. Sin embargo, las críticas por la pésima calidad de la grabación y los escasos planos han hecho mella en la paciencia de la colaboradora. “La persona que está grabando ayuda, no trabaja en Sálvame. Lo digo por lo que ha salido publicado”, espetaba la de Paracuellos. Parece que ni si quiera ella, que es un personaje público, ha podido controlar su ansiedad.