Hay colaboradores sin los que no se entendería Sálvame. Un programa imbatible en su franja horaria. Y van a por más ya que han conseguido hacer el más difícil todavía con el Banana. No cabe duda de que el formato tiene un gran éxito porque es una especie de reality que se nutre de las aventuras y desventuras de sus protagonistas. Pero, ¿Por qué unos colaboradores son intocables y otros carne de cañón? Te lo contamos todo a continuación.
2Chelo García-Cortes, carne de cañón
> Chelo García-Cortés llegó a Sálvame con un buen contrato. En DEC ya no la querían y fue María Navarro, ex manager de Isabel Pantoja, quien se encargó de las negociaciones. Chelo no pisó el plató del programa con buen pie. Llegó algo subida y rápidamente le bajaron los humos. Poco a poco, la gallega cogió pánico escénico y se empequeñece cuando el piloto de la cámara se enciende.
Con un currículum profesional notable en la prensa del corazón, Chelo ha bajado escalones desde que llegara a Sálvame. El miedo ha impedido que pueda poner en su sitio a algunos compañeros que se han pasado siete pueblos. Se ha convertido en carne de cañón recurrente en el programa. Es fácil hacerla llorar y sacarla de quicio. Cuando esto ocurre, es incapaz de plantarse. Parece que Kiko Matamoros tiene algo con ella porque no duda en darle estopa. García-Cortés se ha prestado a que temas tan personales como su sexualidad sean contenido en Sálvame o el Deluxe. Le gustaría marcharse pero no puede. Una importante deuda con Hacienda lo impide. Tiene las manos y los pies atados. Y lo peor, es incapaz de ponerse en su sitio.
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