La infanta Pilar de Borbón ha fallecido a consecuencia de un cáncer de colón. Tenía ochenta y tres años y llevaba tiempo luchando contra la enfermedad con gran fortaleza y la sonrisa pintada en el rostro. Sus hijos ya avanzaron el trágico final: “Está muy malita”. Tanto don Juan Carlos como doña Sofía quisieron despedirse en vida de quien fuera su pegamento. Doña Pilar consiguió reconciliarles en momentos en que su matrimonio estuvo a punto de saltar por los aires. La infanta fue el pegamento que unió a los Borbones.
3Doña Sofía y doña Pilar, uña y carne
> La relación entre doña Sofía y doña Pilar no fue del todo buena durante los primeros años de matrimonio entre la griega y don Juan Carlos. El monarca hizo buenas migas con Francisco Franco, un acercamiento al dictador que su familia no aprobaba. Sus hermanas fueron especialmente duras con él, y la reina pagó los platos rotos de su marido. Sin embargo, con el paso del tiempo, limaron asperezas y las cuñadas se convirtieron en uña y carne. Todos se reconciliaron. Tanto es así que, después de que doña Pilar se casara con Luis Gómez-Acebo, el rey Juan Carlos otorgó a ambos el título de duques de Badajoz.
La infanta apoyó a doña Sofía cuando la situación con su esposo no era del todo buena. Ella hacía de intermediaria en el matrimonio, poniendo paz cuando era necesario. Para agradecérselo, la soberana se dejaba ver en los rastrillos que doña Pilar organizaba o en los eventos de su hija, Simoneta Gómez-Acebo. De este modo, doña Sofía y doña Pilar formaron un vínculo muy estrecho. La reina acompañó a su cuñada en el duro periplo de su enfermedad, ofreciéndole su compañía y su apoyo hasta el último momento.
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