En su primer permiso después de permanecer un año y medio en prisión, Iñaki Urdangarín ha captado la atención de todo aquel que se le ha encontrado. Pero, sin duda, el gran momentazo lo ha vivido en misa junto a su mujer, la infanta Cristina. Tanto ha sido el revuelo que ha causado el exduque de Palma, que el sacerdote se ha visto obligado a intervenir. Te contamos todos los detalles, a continuación.
2El momento apoteósico de Urdangarín en misa
> «El momento de darse la paz en misa fue apoteósico por la gran cantidad de feligreses que querían darle la mano. El sacerdote tuvo que llamar al orden», cuenta la periodista Pilar Eyre en la revista Lecturas. Si bien es cierto que a su entrada apenas hubo revuelo, exceptuando por algunos saludos y curiosos que querían ver de cerca al preso, el momento de darse la paz fue totalmente diferente.
«Iñaki, muy emocionado, besó a su mujer y a su madre. Después lo hizo con sus hijos, hermanos y sobrinos, y de los bancos de atrás se tendieron manos, de los de delante también, e icluso algunos feligreses atravesaron el pasillo central para darle un abrazo», cuenta la comunicadora. Al parecer el acto, que normalmente no dura más de treinta segundos, se alargó hasta el punto de que el sacerdote tuvo que intervenir y «llamar al orden». Pero toda esta felicidad se ha visto empañada por su vuelta a Brieva, donde continúa aislado en prisión.
Siguiente: la dura vuelta a prisión