Belén Esteban, María Patiño, Kiko Matamoros… todos han estado en el punto de mira menos ella. La sorprendente enfermedad de Lydia Lozano ha pasado desapercibida todos estos años… hasta ahora. La colaboradora más querida de Sálvame ha querido ocultar durante toda su trayectoria en televisión su mayor secreto: una enfermedad de la que nunca ha hablado ¿quieres saber cuál es? ¡Sigue leyendo!
3Las secuelas de su adicción al sol
> Un trastorno que comienza por un exceso de preocupación por la imagen, conlleva, precisamente, efectos secundarios que dañan de manera directa el aspecto y la salud de la piel. Arrugas, flacidez, manchas, quemaduras y, en último término, cáncer de piel, son las terribles consecuencias de esta enfermedad.
Exponer de manera excesiva nuestra piel a los rayos del sol genera “fotodaños” en ella, ya que el codiciado moreno que aparece después de una sesión de sol no es más que la respuesta que nuestra piel produce tras “curarse” de un daño al que ha estado sometida: recibir demasiada luz solar. En el caso de Lydia, la piel de su rostro ya empieza a evidenciar los primeros síntomas de ese continuo bronceado: flacidez en el óvalo facial, marcadas arrugas de expresión, poros muy dilatados y algunas machas a nivel superficial.
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