La diseñadora recibía un regalo en pleno directo por parte del equipo de Sálvame y se convertía en un mar de lágrimas ante el mensaje que el programa le hacía llegar… ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Sigue leyendo!
Tras conocerse la noticia del embarazado de su hija Alma, la colaboradora ha tenido que hacer frente a miles de titulares y horas de debate público sobre el asunto. Finalmente concedía una entrevista en la que hablaba abiertamente sobre el bebé que viene en camino y reconocía que en un primer momento había supuesto un shock pero que, tras asimilar la noticia, se encontraba encantada con su nuevo papel de abuela.
Pocas semanas después, cuando parecía que el ojo mediático dejaba de estar sobre la familia Cortés-Bollo, una nueva primicia les volvía a colocar en portada. En un primer momento, mientras se anunciaba en Sálvame una información sobre Raquel que hablaba de embarazo, la diseñadora jugaba al despiste y decía que tal vez era ella la que podría estar esperando un bebé.
Se esperaba lo peor
Finalmente se confirmaba que se trataba de un embarazo, pero no del de Raquel, si no del de la novia de su hijo Manuel Cortés, una joven llamada Junquera. Esto convertía a la Bollo en abuela por partida doble, ¡y en tiempo récord! Lejos del revuelo que se formó en el caso de Alma, la paternidad de Manuel ha contado con una gran acogida entre los compañeros de programa de su madre.
Precisamente de Sálvame llegaba la más inesperada de las sorpresas. De manera repentina, Paz Padilla anunciaba a Raquel Bollo que estaba a punto de recibir un mensaje del equipo. La sevillana, acostumbrada a las sorpresas desagradables en directo, se ponía en lo peor. Aparecía entonces un compañero portando una pequeña canastilla que servirá de cunita para el primer niño que llegará a la familia. La colaboradora rompía entonces a llorar por lo inesperado del regalo y liberaba así la presión de pensar que se trataba de algo negativo. «Igual que me enfado a veces, también soy muy agradecida con las cosas buenas», decía la diseñadora entre lágrimas.