Bertín Osborne es, ante todo, un padrazo. Lo ha demostrado sobradamente a lo largo de su vida. En la actualidad está muy centrado en Kike, que nació aquejado de una enfermedad que afecta a su desarrollo. No obstante, ahora no es Kike quien le quita el sueño sino su hija Eugenia. Se trata de una de las niñas que tuvo con Sandra Domecq. La joven no consigue recuperarse del dolor que le supuso perder a una de sus hijas pocos días después de nacer. Desde entonces, Eugenia inició un nuevo rumbo. No obstante, es ahora cuando han saltado las alarmas. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
4El verdadero Bertín al descubierto
> A través de la pequeña pantalla, Bertín proyecta una imagen de hombre simpático, cercano, noble… Osborne se vende como alguien campechano, gran amante de nuestras tradiciones. Sin embargo, de puertas para adentro su personalidad es bien distinta. Eugenia le define como «natural y cariñoso», pero no se olvida de recalcar que su padre tiene muy mal genio. «Lo peor es el pronto que tiene. Se le pasa rápido, pero esos segundos que dura es una tormenta de gritos», asegura la joven, que está cobrando un gran protagonismo como influencer.
Quizá es este fuerte temperamento lo que ha provocado que sus hijas no quieran trabajar a su lado. Alejandra, la mayor, estuvo un tiempo formando parte del equipo de Mi casa es la tuya. Sin embargo, abandonó para dedicarse al interiorismo. Un significativo cambio de rumbo. Además, Claudia también ha dado un giro a su vida y ha decidido reinventarse como coach. Además, aunque Eugenia es la más cercana con el mundo mediático, ella tiene claro que no le gustaría compartir obligaciones con Bertín.
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