Antonio Montero, Carlota Corredera, Jesús Manuel, Belén Esteban y María Patiño protagonizaron ayer uno de los debates más encarnizados en la televisión sobre la polémica exhumación de Franco.
El controvertido programa del corazón no quiso perderse el debate por excelencia en el día de ayer y se sumó al diálogo sobre la tan polémica exhumación de Franco. La tarde arrancaba con los colaboradores reunidos frente al «pantallón» del plató donde aparecían las últimas imágenes de Mila Ximénez cargando contra Jorge Javier Vázquez.
Daban el pistoletazo de salida a sus cinco horas de programa con uno de sus contenidos habituales. Parecía que Sálvame iba a desarrollarse como de costumbre hasta que… Carlota Corredera abría la veda. La presentadora daba paso a un tema que poco tiene que ver con la prensa del corazón, y anunciaba de antemano que era posible debatir sin exaltarse y respetando las opiniones contrarias. Sin embargo, parece que esta advertencia previa cayó en saco roto, y poco les duró la paz en plató.
Antonio Montero sorprendía con sus palabras
Saliendo del marco establecido por el mundo Sálvame, los tertulianos manifestaron su postura acerca de la exhumación. Carlota fue la primera en dar un paso al frente y afirmar que se estaba cumpliendo con la legalidad al ejecutar la exhumación. La visita de Pilar Eyre al programa, experta en realeza, enriquecía el debate. La catalana también se mostraba a favor de la retirada del cuerpo de Franco del Valle de los Caídos, pero afirmaba entender el sentimiento de los Franco hacia la figura de su abuelo.
Jesús Manuel, por su parte, lo veía como el último homenaje al dictador en plena democracia, y de la mano de un gobierno socialista. Pero sin duda la opinión más polémica la daba Antonio Montero, al postularse claramente en contra de la exhumación y decir abiertamente que la transición española se produjo gracias a Francisco Franco. Carlota brotaba ante estas palabras, al igual que Belén Esteban, que dijo acordarse en ese día tan señalado de su abuela republicana. María Patiño, con la voz entrecortada, calificaba lo que ayer sucedía como algo bochornoso por parte del gobierno, y decía no entender en absoluto los honores que la figura del dictador estaba recibiendo.