Se habla con frecuencia de lo que debemos comer para estar más delgados y más sanos. Todos tenemos claro que debemos incorporar más verduras y más fruta en nuestra alimentación diaria, pero también deberíamos conocer todos esos alimentos que son altamente dañinos y que deberíamos eliminar para siempre o reducir drásticamente su consumo. Te contamos de qué alimentos se trata.
Refrescos y zumos
El consumo de refrescos está directamente relacionado con el aumento de la obesidad infantil y juvenil. A pesar de que las autoridades sanitarias informan constantemente de que su consumo es perjudicial, no parece que la sociedad esté tomando conciencia de forma responsable.
Los refrescos y los zumos azucarados aportan miles de calorías sin aportar ningún nutriente que beneficies a la salud. De hecho, cuantos más refrescos bebemos, más nos pide el cuerpo por la alta cantidad de azúcar que tienen.
Además, como los líquidos no producen saciedad como la comida, la tendencia es a tomarnos no sólo un refresco de forma esporádica, sino uno después de otro. Esto incrementa las perversas consecuencias.
Alcohol
Todo el mundo piensa que el alcohol es un problema cuando se produce una ingesta de grandes cantidades y con mucha frecuencia de alcohol. Pero esto no es así, el alcohol es perjudicial para la salud de forma manifiesta, y sin que estemos hablando de alcoholismo.
El consumo de alcohol puede causar más de 60 enfermedades. Hay evidencias de aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y coronarias.
Además, el alcohol tiene propiedades adictivas, por eso es frecuente que las personas que beben con frecuencia, tengan cada vez más problemas para erradicar el alcohol de su dieta.
Salchichas
Entre los alimentos más detestados por un nutricionista para las dietas, la salchicha es casi seguro uno de los que se encuentra en primera posición. No se trata sólo de que está compuesto íntegramente de grasas que van directas a nuestro cuerpo. Además, tienen una cantidad elevadísima de sal.
Y nos referimos a casi cualquier salchicha. Si exceptuamos las salchichas orgánicas, el resto son alimentos perjudiciales, incluidas las de pollo o pavo. El problema radica en que, a las salchichas de pollo o pavo, les reducen la grasa pero les incrementan el sodio. Por este motivo, siguen siendo un alimento casi prohibido para los niños, y tan sólo algo muy esporádico.
Además, otro de los componentes de las salchichas son los nitratos, que es lo que les da ese sabor tan adictivo. Los nitratos se utilizan para prolongar la caducidad de estos productos, y hay evidencias científicas de que su consumo en grandes cantidades puede provocar cáncer.
Hamburguesas
Si te comes una hamburguesa en tu dieta ya has consumido la mitad de lo que tu organismo necesita en todo el día. Eso en el caso de una persona sana, joven y activa. Esto es mucho peor en el de personas de edad más avanzada y con hábitos sedentarios.
Pero, además, las hamburguesas siempre se acompañan de alimentos igual de poco nutritivos y grasos. Las patatas, los refrescos, las salsas con las que la aderezamos.
Nuevamente, el problema no está en comernos una hamburguesa de forma puntual. El problema es cuando recurrimos a ella de forma frecuente y rompemos un patrón alimentario lleno de alimentos sanos y lo sustituimos por este tipo de comidas.
Fritos
El consumo de alimentos fritos también debería ser algo ocasional. El exceso de frituras favorece el sobrepeso y el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Es un recurso muy fácil, pues es rápido y sabroso, pero con consecuencias muy negativas.
Además, hay factores que hacen que dentro de lo malo que es comer frituras, sea todavía peor. Hablamos de la calidad del alimento en sí mismo, de si está rebozado o no, o de la calidad del aceite en la que lo vamos a freir.
Tomate frito no natural
El tomate frito es una forma rápida y fácil de tener una salsa para un plato. Está en casi todas las despensas; sin embargo, no sabemos lo dañino que es para nuestra salud y nuestro bienestar.
¿Qué puede tener de malo comer tomate en una dieta? Pues bueno, en realidad es que es tomate procesado, y para que su sabor atraiga más al paladar los fabricantes no dudan en saturarlo de… ¡azúcar!
Pues si, da igual que ponga estilo casero. El tomate de lata está cargado de azúcar, lo que ya no lo hace una alternativa tan sana para añadir a nuestro plato de arroz, ¿verdad?
Embutido y carnes procesadas
Los embutidos son un recurso rápido, fácil y sencillo a la hora de comer. Además, las autoridades sanitarias advierten del incremento en su consumo habitual, y esto es lo perjudicial. No pasaría nada si consumiésemos embutido de forma esporádica, lo malo es incorporarlo de forma frecuente.
Los embutidos son carne procesada, alta en calorías y con mucha sal y muchas grasas y aditivos para su mantenimiento. También son una fuente altísima de sodio.
Entre las consecuencias de una alta ingesta de estos alimentos en tu dieta está científicamente demostrado el aumento del riesgo cardiovascular, el aumento del colesterol malo y el riesgo de sobrepeso y obesidad. Además, se cree que también está relacionado con algún tipo de cáncer. De hecho, según la OMS «hay suficiente evidencia del nivel de carcinogenicidad que puede causar en humanos«.
Palomitas de maíz para microondas
Existe un bulo por Internet que habla de que todos los alimentos que se preparan en el microondas son cancerígenos. Pues bien, esto es falso. Las ondas electromagnéticas del microondas se dirigen al alimento en sí, y lo calientan porque las moléculas de agua se agitan entre sí. Es decir, no es un fenómeno cancerígeno.
De todos modos, las palomitas de maíz para microondas tienen un extra de sal considerable además de muchas grasas añadidas (normalmente de palma).
Si quieres comer palomitas en tu dieta, prepáralas tú mismo en la sartén con un poco de aceite de oliva y sal, que serán mucho más sanas que las de microondas.