Noche cerrada en Madrid. Chabelita Pantoja (ahora rebautizada como Isa P. por cuestiones de guion) presentaba en sociedad su primer single. Una canción entre el reguetón y el trap con la que, contra todo pronóstico, ha conseguido reventar las estadísticas en YouTube. La expectación era máximas. Decenas de periodistas aguardaban en el photocall esperando la llegada de Isabel Pantoja. Todos parecían haber confirmado que la tonadillera acudiría al evento para apoyar a su hija y bendecirla en su nueva aventura profesional, tal vez guiados por ese oráculo que es Belén Esteban que, desde su atalaya en Sálvame, había confirmado la presencia materna. Chabelita jugaba también al despiste y miraba con emoción contenida al palco reservado para su madre.
Isabel Pantoja nunca apareció. Chabelita abandonaba el escenario pasando de la risa a la lágrima al reconocer las ausencias en uno de sus días más importantes. Nadie de su familia había asistido para estar con ella: “la esperanza es lo último que se pierde”, repetía nerviosa una y otra vez ante las preguntas de los reporteros. Sin embargo, el entorno de la cantante asegura que Chabelita era conocedora de que, finalmente, su madre no acudiría a la convocatoria. Le transmitió los motivos (donde pesan la salud de su madre) directamente a través de una de las breves conversaciones que mantienen desde que volvió de Supervivientes. No hubo, pues, traición, humillación, ni bajada de pololos.
En cualquier caso también otras fuentes me aseguran que la niña niega que su madre le hubiera avisado y que desconocía su ausencia.
Es posible que en las próximas horas sea la propia Isabel Pantoja la que aclare, sin fisuras, este asunto y desmonte, así, cualquier posibilidad de polémica. Ya se sabe que Chabelita aprovecha cualquier ocasión para hacer caja.