En el otoño de su vida, don Juan Carlos y doña Sofía viven una entente cordial. Atrás han quedado las míticas peleas que han sazonado su accidentado matrimonio. La reina no ha dudado en volcarse con su marido tras su convalecencia. Don Juan Carlos fue intervenido recientemente de un triple bypass. El dulce momento que vive la pareja se ha visto enturbiado por unas graves acusaciones contra el rey emérito. Un asunto muy delicado que vuelve a ponerle en el disparadero. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Juan Carlos, Sofía: el principio del fin
> El matrimonio de don Juan Carlos y doña Sofía ha sido un camino de rosas y espinas. Las rosas, para él. Las espinas, para ella. La reina ha sufrido lo indecible durante estos años. Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar tras el rifirrafe de reinas en Palma. El rey emérito contempló horrorizado la escena y defendió a su esposa. Sin duda, una madre tan abnegada como ella no merecía ese trato. Eso hizo que él mismo recapacitara y se aplicara el cuento. Poco a poco, don Juan Carlos empezó a tratar de manera diferente a su mujer.
Que algo se estaba moviendo entre los reyes eméritos quedó claro cuando doña Sofía viajó a Sanxenxo y pasó un fin de semana junto a su marido y su hija Elena. El lugar es muy significativo porque se ha convertido en el refugio del rey emérito. Sorprendió que hasta durmieran bajo el mismo techo. La cordialidad ha continuado este verano ya que don Juan Carlos pasó unos días en Marivent y allí coincidió con su hijo. Para entonces, doña Letizia había puesto rumbo a su segundo destino vacacional acompañada de Leonor y Sofía.
Siguiente: Graves acusaciones contra el rey emérito
Graves acusaciones contra el rey emérito
> El rey emérito ya ha abandonado el hospital y está realizando su convalecencia en Zarzuela. Pues bien, en un momento en que necesita tranquilidad, se encuentra inmerso en la polémica tras ser acusado gravemente. Y otra vez a cuestas con la fama de mujeriego.
En esta ocasión ha sido Pilar Rahola quien ha revelado un episodio sucedido años atrás. Según ella, don Juan Carlos le tocó el pecho. Previamente, le había dicho que no lo tenía en su sitio y, acto seguido, se produjo el tocamiento. Fue hecho a conciencia porque la polemista asegura que el rey hizo “zumo de naranja” con su seno. Sin duda, la polémica está servida y no ha hecho más que empezar a rodar. El asunto tiene miga porque no es la primera vez que Rahola lo saca a colación. Lo hizo en Crónicas Marcianas y ahora en El Diván, programa de entrevistas de corte intimista que presenta Silvia Cóppulo en TV3.
Siguiente: El nuevo desplante de Letizia a los Borbones
El nuevo desplante de Letizia a los Borbones
> Aunque no coincidieron durante sus visitas al hospital, parece que las hijas de doña Sofía sí que se han visto de puertas de palacio para adentro. Así lo ha podido saber Vanitatis, que ha confirmado que la emérita organizó un almuerzo en Zarzuela con las infantas y sus respectivos hijos. Al parecer, doña Cristina suele alojarse en la Casa Real cada vez que regresa a Madrid junto a sus hijos. La abuela vio entonces una ocasión perfecta para reunir a todos sus nietos sin la molesta presencia de los paparazzi, pero, como siempre, se produjo la ausencia de las más pequeñas de los Borbones: Leonor y Sofia.
Por culpa de Letizia, la relación de sus hijas con sus primos es completamente inexistente, y mientras que todos ellos disfrutaron de un almuerzo en familia junto a su abuela, Leonor y Sofía se mantuvieron completamente al margen. Al parecer, Ortiz prefiere no mezclarse con la infanta Cristina y sus hijos desde que esta se vio implicada en el caso Nóos, aunque un juez terminara desvinculándola del proceso. Esta marcada ausencia en la reunión que organizó doña Sofía en Zarzuela solo puede entenderse como un tremendo desplante hacia todos los Borbones. A la consorte se le está yendo de las manos el exhaustivo control que ejerce sobre sus hijas, tanto que incluso las está alejando de su propia familia.
Siguiente: Letizia, reina controladora
Letizia, reina controladora
> Desde que aterrizó en Zarzuela, Letizia ha estado imponiendo estrictas normas y rutinas que todo el mundo debe seguir a rajatabla, sobretodo en lo que respecta a la educación de sus hijas. La consorte tiene fama de ser muy inflexible y no permite que nadie meta la cabeza en cualquier asunto que tenga que ver con Leonor o Sofía. Nuestra soberana no entiende que sus herederas tienen una serie de obligaciones que cumplir para con la corona del país que representan, de la misma forma que también gozan de varios privilegios. Ortiz se empeña en proteger la intimidad de las niñas y pretende que lleven una ‘vida normal’, aunque tenga que alejarlas de su familia para conseguirlo.
Así, Letizia ha prohibido a sus hijas participar en numerosas actividades que ya eran tradición dentro de la familia real, como los cursos de vela que sí realizaron todos sus primos. Ni siquiera el rey Felipe VI está de acuerdo con esta sobreprotección, pero Ortiz es tan implacable que todo lo que dice tiene que ser acatado sin rechistar. Sin embargo, lejos de hacerles un favor, la consorte está criando a dos monstruitos y Leonor y Sofía presentan graves problemas de educación por culpa de haber vivido toda su vida en una burbuja.