De sobra es conocido el carácter controlador de la reina. Letizia impone estrictas normas en Zarzuela que deben seguir todos y cada uno de los miembros de la familia real. La consorte incluso ha llegado a prohibir a Felipe VI reunirse con ciertas amistades, por lo que el rey lo tiene realmente complicado a la hora de ver a sus colegas de toda la vida. La última noche de juerga del soberano ha sacado de quicio a su mujer y ha supuesto un antes y un después en su matrimonio. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo para descubrirlo.
Letizia y Felipe: tú a Mallorca y yo a no sé dónde
> No es ningún secreto que Letizia necesita tomarse un respiro después de las vacaciones oficiales de la familia real. Para ella, la estancia en Palma de Mallorca no se sale de su agenda oficial como consorte. Así, Ortiz siempre planea unas vacaciones privadas a las que solo acuden ella, su marido y sus hijas. Pero este año ha sido diferente. Parece que las cosas entre ella y Felipe VI no están del todo bien, a pesar de lo que han intentado demostrar ante los medios, y ambos han puesto tierra de por medio. Al parecer, los monarcas están disfrutando de los últimos días de verano por separado.
Mientras que Felipe se ha quedado en Mallorca unos cuantos días, Letizia ha cogido un avión en cuanto ha tenido la oportunidad y ha abandonado sin pensarlo las Islas Baleares. Justo cuando la consorte se marchó, Juan Carlos I aterrizó en la zona para reunirse con su hijo. Se trata de algo muy revelador, ya que el emérito abandonó Marivent poco antes de que su nuera se dejara caer por la residencia oficial de veraneo. Al parecer, no pueden ni verse y ninguno de ellos se esfuerza en disimularlo. Así, padre e hijo han aprovechado la ausencia de la reina más estricta de Europa para pegarse una buena juerga y saltarse todas y cada una de sus prohibiciones. Esté dónde esté, Ortiz habrá reventado al enterarse de la noticia que viene a continuación.
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Letizia revienta por la juerga de su marido
> No es la primera vez que Felipe VI aprovecha la ausencia de su mujer para pegarse una buena fiesta con sus amigos, los mismos que conforman la lista negra de Letizia. En esta ocasión, y según ha podido saber el diario Última hora, el rey se ha reunido con su padre y unos cuantos colegas en el Caballito de Mar de Sa Llotja, un selecto restaurante de Mallorca. Su presencia no pasó desapercibida entre los comensales, que se mostraron muy sorprendidos por el increíble despliegue de seguridad que acompañó a sus majestades. El grupo se dejó caer en el local a eso de las diez de la noche, y cenaron todo tipo de delicias avaladas por los paladares más exigentes.
Raviolis, pulpo a la gallega o navajas fueron algunos de los platos elegidos por los Borbones y sus amigos. Al parecer lo pasaron bastante bien, y es que pasadas la una y media de la madrugada, el rey y su padre continuaban la velada en el reservado del restaurante. El problema llegó cuando decidieron poner punto final a la noche. Felipe VI se vio envuelto en un trifulca con un paparazzi que no ha dejado en muy buen lugar la imagen de la corona. Letizia ha de estar que trina, ya no solo porque su marido se haya ido de fiesta con unas compañías que ella desaprueba, sino por la polémica que se ha generado en torno al comportamiento del soberano con un reportero.
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La bronca de Felipe VI con un reportero
> Desde la comodidad de su asiento reservado en la planta alta del restaurante, Felipe VI pudo percatarse de la presencia de un paparazzi en la calle, que esperaba pacientemente para hacer su trabajo. Temeroso de que se filtrara la noticia de que seguía en Palma, sin Leticia, a pesar de que las vacaciones oficiales habían terminado, el rey organizó un plan para poder salir del restaurante sin que nadie pudiera fotografiarle. La policía de su majestad se puso manos a la obra y dirigió al Borbón a la puerta trasera del local, que daba a un callejón algo más discreto. Sin embargo, el reportero logró seguirlos y se dirigió al lugar para conseguir las imágenes.
En ese momento, Felipe VI cambió de ruta y optó por salir por la puerta principal. Mientras, para entretenerlo, la policía del rey pidió la documentación al reportero, pero no logró que el paparazzi pudiera alcanzar al soberano. Fue en ese momento cuando se produjo un «leve forcejeo» con la escolta, mientras que el monarca miraba impasible la escena, metiéndose rápidamente en el coche para evitar ser retratado. Según Última hora, varios testigos pudieron ver cómo un gran número de agentes intimidó al fotógrafo para evitar que hiciera su trabajo. Sin duda, una situación que no deja en buen lugar a la corona y que ha provocado que Letizia se esté tirando de los pelos en este momento.
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Letizia y Felipe, en crisis
> Hace tiempo que los rumores de crisis entre los reyes están sonando con fuerza. Parece que están siguiendo el mal ejemplo de los eméritos. Cuando Felipe todavía era príncipe de Asturias era mucho más permisivo con Letizia, pero una vez que ambos ascendieron al trono, el monarca ha querido hacerle ver la importancia que conlleva ser la reina consorte. El Borbón se ha cansado de que Ortiz se pase por el forro las tradiciones y obligaciones de la familia real. Da igual que no te guste Marivent, da igual que no te gusten las regatas, son asuntos que tienes que atender y punto. Esta nueva actitud del soberano habría traído serios problemas a la vida conyugal del matrimonio.
Letizia ha cedido en algunos aspectos, pero se encierra en hacer siempre lo que se le venga en gana. Felipe VI no está dispuesto a soportar más desaires a la corona y a su familia, abriendo así un cisma enorme entre ellos. Los reyes no están pasando por su mejor momento como pareja, y cada vez se esfuerzan menos en disimularlo. Todavía nos estamos frotando los ojos tras la sorprendente cobra que el soberano propinó a la consorte cuando fue a recogerlo al finalizar una regata. ¿No querías desplantes? Pues ahí llevas uno. El monarca le ha dado a probar de su propia medicina.