La realidad de don Felipe y doña Letizia podría no ser tan dulce como intentan hacernos creer. Hay gestos que denotan que existe cierta crisis en la pareja. Como, por ejemplo, que el Rey no ayudara a su esposa a subir a una embarcación. Lo cierto es que don Felipe empieza a estar harto de las normas de Letizia y ha estallado ante su última prohibición. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Letizia y sus normas
> El día a día de Letizia está completamente establecido. Y no solo por las obligaciones oficiales, también por las normas que ella misma se autoimpone e impone a los demás. En este sentido, la reina es muy estricta. Se ha hablado hasta la saciedad sobre el tema de la alimentación. Ni fritos, ni rebozados, ni azúcar… y así un largo etcétera de platos que están prohibidos en casa de los reyes. Y también en el colegio donde estudian Leonor y Sofía. La dirección del centro ha permitido que la reina meta cucharada en los menús. Esto ha levantado quejas de padre y alumnos. Los primeros, porque el recibo mensual es más caro debido al origen de los alimentos que se utilizan. Lo segundos, porque echan de menos los rebozados y algo de dulce a la hora del postre.
Metódica, perfeccionista y algo obsesiva, así definen a doña Letizia quienes la conocen. En un principio, don Felipe solo veía virtudes en su novia. Sin embargo, la convivencia y dos hijas en común han hecho que el rey vea la verdad al desnudo de su esposa. Lo cierto es que Letizia no ha tenido tacto a la hora de aplicar ciertas prohibiciones. Algunas, muy dolorosas para don Felipe, y que afectan a cosas importantes para él.
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Lo que Felipe no perdona a Letizia
> Doña Letizia ha puesto mucho empeño en que sus hijas tengan muy poco que ver con su familia paterna. Ni rastro de Leonor y Sofía en los planes que la reina emérita ha diseñado durante años para sus nietos mayores en Palma. Tanto los hijos de la infanta Elena como los de la infanta Cristina aprendieron a navegar siendo bien pequeños. Su abuela se encargaba de llevarlos a la escuela de vela y solía recogerlos. Intentó hacer lo mismo con Leonor y Sofía pero doña Letizia lo impidió.
Don Felipe tragó con la decisión de su mujer pero la procesión ha ido por dentro. La cuestión es que al rey le gustaría que sus hijas regatearan pero no ha podido ser por culpa de la obsesión de la reina. También en cuestiones marineras ha querido controlar hasta el último detalle y eso no es posible cuando hablamos de clases al aire libre donde abundan las actividades en equipo. Ya muy pocos dudan de que la negativa de la reina a que las niñas aprendieran a navegar tiene que ver con el rechazo que le producen sus suegros y cuñadas. Es como si hubiera decidido que todo lo que está ligado a su familia política, no existe.
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El enfado de don Felipe con Letizia
> Don Felipe es una persona muy reservada. Sin embargo, también sabe con quién puede explayarse. Esta cuestión de Palma y las regatas es algo que le separa de Letizia. No fue hasta hace muy poco que la reina se dejó ver por el Club Náutico. Esto ha sido motivo de discusión entre la pareja porque el rey sabe que existen una serie de obligaciones con la isla que hay que cumplir. En este sentido, doña Letizia se comporta como alguien sin conciencia de la oposición que ocupa.
Hasta que don Juan Carlos abdicó, don Felipe fue bastante permisivo con Letizia. Sin embargo, una vez se ciñó la corona, llegaron los cambios. A su esposa le dijo que ya estaba bien de niñerías con respecto a Palma. Que debía integrarse, dejarse ver y comportarse de forma normal. Esto también era de aplicación para Leonor y Sofía, que siempre se quedaban en Marivent con su madre mientras su padre estaba en las regatas o en algún sarao familiar. Doña Letizia sabe que ha metido la pata pero no lo reconocerá. El caso es que en Mallorca no quieren saber de ella. Ha sido demasiada su desidia para con la isla y sus habitantes.
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¿Crisis en el matrimonio de los reyes?
> Doña Letizia no transige con eso de dejarse ver en el Club Naútico y alternar con los allí presentes. El ambiente no le gusta y de ahí no se mueve. En su día, el rey accedió a pactar el número de días anuales que pasarían en Mallorca. Creyó entonces don Felipe que su esposa estaría contenta y cumpliría con su papel. Sin embargo, nada de nada. No fue hasta hace un par de años que doña Letizia acudió con Leonor y Sofía a recoger a su marido tras finalizar la regata. Ella quiso darle un beso y él le hizo la cobra.
Don Felipe ha tenido un gesto con doña Letizia que evidencia que hay crisis matrimonial. Cansado y sobrepasado por las exigencias de su esposa y su oposición a actos que forman parte de la vida real, el rey no ha dudado en obviar a su esposa en público. Sucedió cuando la reina y sus hijas acudieron al Club Náutico. Don Felipe estuvo muy atento con Leonor y Sofía y las ayudó a subir al yate para que no tuvieran un traspié. Tras esto, se dio la vuelta. La reina tuvo que subir a la embarcación por sus propios medios. Ya junto a su esposo, no dudó en darle unos golpecitos en la espalda a modo de reprimenda por haberla desatendido. Bien podría interpretarse su ausencia en la entrega de premios de la Copa del Rey de Vela. Menudo papelón le tocó hacer al rey.