Don Juan Carlos y doña Sofía están muy de actualidad por la entente cordial que mantienen. Si nos atenemos al lenguaje corporal, la cosa está clara. Hacía mucho tiempo que ambos no protagonizaban una fotografía cuerpo a cuerpo. Ocurrió en Sanxenxo, donde acudió la reina invitada por el rey. Don Juan Carlos devolvió la visita a su esposa en Mallorca. Juntos acudieron a visitar a Rafa Nadal. Según algunos, todo es puro paripé. ¿Pero qué sentido tiene esta afirmación cuando ya están libres de cargas oficiales? Pues bien, doña Sofía ha hablado alto y claro sobre lo que la verdad esconde de su relación con don Juan Carlos.
Juan Carlos, Sofía, el misterio que todos quieren descubrir
> Pasan los años y el matrimonio formado por don Juan Carlos y doña Sofía sigue interesando a la opinión pública. No es ningún secreto que la pareja ha tenido una convivencia para olvidar. Han sido muchos los desplantes que el rey emérito ha hecho a su mujer. Humillaciones que la reina ha llorado en privado junto a las cuatro personas en las que puede confiar. A pesar de todo, doña Sofía siempre ha estado al pie del cañón cumpliendo con su obligación. La Corona está por encima de todo.
Dicen que cuando Sofía cumplió ochenta años, su marido la sorprendió con el regalo que más deseaba. Unas disculpas por lo mal que se lo había hecho pasar durante tantos años. A ella no le cogió por sorpresa. Era algo con lo que fantaseaba desde hacía años, que su esposo volviera a ella.
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La reina habla claro de lo suyo con el rey
> La entente cordial de don Juan Carlos y doña Sofía no se limita únicamente al ámbito público, también al privado, según explica Consuelo Font en LOC. Un viejo colaborador de rey emérito acudió a Zarzuela una tarde y se quedó gratamente sorprendido por el giro que había dado la relación entre los reyes eméritos: “Lo que antes era un rosario de reproches, quejas y rabia, que si corinnas, que si gayás… Se ha esfumado por completo. Ahora de la boca de doña Sofía solo salen elogios y palabras cariñosas hacia su esposo. Visto lo visto antaño, me parecieron tan sorprendentes sus palabras que casi me tuve que frotar los ojos”.
Esta es la frase de doña Sofía que dejó asombrado al antiguo colaborador de don Juan Carlos: “Estoy mejor que nunca con Juanito”. Algo se mueve entre la pareja porque pasan más tiempo juntos del habitual. Incluso reciben juntos en Zarzuela. Sin duda, un caso que recuerda en mucho al de Fidel Castro y su esposa, a quien el fallecido mandatario quería siempre bien cerca en sus últimos años. El otoño es estación de reencuentros.
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Letizia se venga cruelmente de sus suegros
> Las décadas de los ochenta y los noventa fueron las más gloriosas en cuanto al veraneo real. Por Palma se dejaban caer todos los que querían estar cerca de don Juan Carlos, que eran muchos. El rey se sentía muy protegido y hacía y deshacía a su antojo. El problema es que ciertas amistades no eran las adecuadas y eso costó alguna baja entre el personal de Casa Real. A don Juan Carlos no le gusta que le lleven la contraria. Y si alguien lo hace, no dura demasiado a su lado.
Mucho se habló en los ochenta y los noventa de la Corte de Mallorca. Estaba integrada por amigos del rey que, a su sombra, hicieron muy buenos negocios. Algunos acabaron sentados en el banquillo. El resto ha desaparecido del panorama de Marivent. Doña Letizia ha dado orden para que se prohíba el paso a los antiguos integrantes de la Corte mallorquina de don Juan Carlos y doña Sofía. Sin duda, un duro golpe para los reyes eméritos, que hace años reciben quejas de sus amigos ya que no pueden acceder a Marivent para pasar unas horas de divertida charla en el jardín como antaño.
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La familia de doña Sofía, contra Letizia
> La relación entre don Juan Carlos y Constantino de Grecia se rompió totalmente cuando apareció en escena Corinna. A Tino le pareció innecesaria la humillación que tenía que soportar su hermana y retiró el saludo y la palabra a su cuñado. El tiempo ha hecho que hayan limado asperezas y Constantino y su esposa, Ana María, estuvieron en el ochenta cumpleaños de doña Sofía.
Y una vez hechas las paces, la reina emérita deseaba con todas sus fuerzas que su hermano y su cuada pasaran unos días en verano en Palma. Quería que se alojaran en Marivent. Sin embargo, Constantino y Ana María declinaron la invitación para no coincidir con doña Letizia. No la tragan porque siempre ha mostrado su peor cara cuando se han encontrado. En la boda de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik se dispuso que las parejas no se sentaran juntas. Pues bien, la reina acaparó toda la atención cuando se levantó del lugar que le habían asignado para situarse junto a su marido. La cuestión se interpretó como una muestra más del difícil carácter de doña Letizia.
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