Kiko Matamoros está pasando un delicadísimo momento. Para él ha sido un mazazo recibir la terrible noticia de que tiene varios tumores en la vejiga. Los médicos han recomendado que sea intervenido con carácter de urgencia. Kiko teme lo peor, y con razón. El especialista que le atendió habló claro. Su novia también está muy de actualidad. Marta López va avanzando con paso firme en su carrera profesional. Sin estridencias ni alardes mediáticos que la conviertan en un personaje de usar y tirar. Pues bien, Marta también sufre lo suyo. Un serio problema de salud que la ha puesto entre la vida y la muerte. Te lo contamos todo a continuación.
El problema de salud que mortifica a la novia de Kiko
Uno de los momentos más duros en la vida de Marta López fue por culpa de la anorexia nerviosa que sufrió hace unos años, tal y como ella misma ha reconocido. Una enfermedad que llegó a tal punto de gravedad que los médicos le advirtieron de que si no engordaba iba a morir. “En Granada, no tuve una infancia buena. Este tipo de trastornos vienen por una falta de autoestima y de seguridad. Todo vino por un comentario que me dijo una chica en el baño: ‘Ay Marta que estás echando curvitas’”, cuenta. ”Yo nunca he dejado de comer, yo solamente la reduje. Me alimentaba de coca cola zero y de chicles. Empecé a comer cada vez menos, a contar cada vez más calorías, comprar barritas de dieta… Yo cada día hacía más ejercicio”, añade. La situación llegó a ser de tal gravedad que Marta reconoce que tiene cicatrices en su cuerpo, ya que se le clavaban los huesos de la clavícula o el coxis.
Marta y el sufrimiento de su familia
El drama de Marta López también afectó a su hermana Rosa, quien tenía que comer mucha más comida de la habitual para que Marta comiese un poco más, ya que ella tenía que ser siempre la que menos comiera.Sin embargo, esta forma tan poco natural de comportarse con la comida estuvo a punto de provocar que Rosa también cayera en un trastorno alimenticio.
La relación con su madre tampoco era buena, ya que a Marta le daban ataques de ansiedad en los que incluso quería pegar a su progenitora, por lo que la enfermedad de Marta estuvo a punto de llevarse por delante no sólo a ella, si no a su propia familia. No en vano, asegura que este trastorno te vuelve una persona “obsesiva, manipuladora, mentirosa y cambia tu personalidad a peor”. En la actualidad, y gracias a la labor de los psiquiatras y nutricionistas, Marta está totalmente recuperada y a menudo comparte fotos en su perfil de Instagram haciendo ejercicio (que según reconoce practica de forma moderada) o disfrutando de alguno de sus platos favoritos, como el poke, que ahora está tan de moda.
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La enfermedad de Kiko desata la guerra entre sus hijos
> La noticia de la enfermedad de Kiko ha supuesto un antes y un después en toda la familia. A unos les ha servido para acercar posturas, pero a otros para todo lo contrario. Es el caso de Diego, que se ha mostrado muy crítico con Laura durante una desgarradora entrevista con la revista Semana. Al parecer, la influencer era la única que conocía el delicado estado de salud en el que se encontraba su padre. En lugar de dar la noticia a su hermano antes de que se filtrara a la prensa, decidió esperar a que se enterara por los medios. Este gesto no sentó nada bien al joven y se lo ha querido dejar claro clarinete. «No ha actuado bien. No ha sido consciente de la importancia del tema», señalaba.
El único hijo de Kiko no perdona a su hermana que no le haya hecho saber antes esta delicada noticia. Para él fue muy duro enterarse a través de los medios de comunicación y está muy dolido con ella. «Me siento decepcionado. No es agradable enterarse de algo así por la prensa», lamentaba Diego. Pero no es el único. El exsuperviviente asegura que toda la familia está molesta con la influencer y que su relación con ella «se ha enfriado bastante». Según él, Laura «no ha hecho bien las cosas» y tendrá que pasar un tiempo hasta que consiga perdonarla. Muy diferentes son los sentimientos que ahora tiene hacia su padre, aunque todavía hay cosas que le cuesta olvidar.
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Diego y Kiko, separados por un muro de incomprensión
> A raíz de la terrible enfermedad que azota al patriarca del clan, su único hijo está dispuesto a acercar posturas con él. En estos duros momentos siempre salen a relucir los buenos sentimientos y las diferencias del pasado se aparcan a un lado. Es lo que quiere hacer Diego, aunque reconoce que le cuesta olvidar ciertas palabras hirientes que salieron de boca de de su padre. «Me ha decepcionado muchas veces», relataba en la entrevista con Semana. En concreto, hay una frase que Kiko pronunció que su hijo no se puede quitar de la cabeza. «El día que me dijo que no me quería como hijo. Dijo que ojalá no hubiese nacido», recordaba un emocionadísimo Matamoros.
Aunque asegura que tiene la puerta abierta a una posible reconciliación, Diego continúa siendo muy crítico con su padre y le reprocha algunos de sus errores del pasado. Kiko ha estado muy ausente en la vida de sus hijos, especialmente de Irene y Lucía, de las que nunca se ha preocupado. Al exsuperviviente le cuesta asumir que Matamoros haya dado la espalda a sus hermanas y no entiende los motivos que lo llevaron a hacerlo. Además, también ha sido muy duro con Marta, la novia del tertuliano, de quién asegura que no es «importante en su vida» porque solo la conoce desde hace cinco meses. Con todo y con eso, Diego no descarta que en un futuro próximo se produzca un acercamiento con su padre.
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¿Irá Diego a ver a su padre al hospital?
> Kiko ha tenido que caer gravemente enfermo para conseguir el perdón de su hijo. Desde que conoció la noticia, Diego se ha planteado muchas cosas y está dispuesto a olvidar todas las peleas del pasado para recuperar la relación con su padre. Su salud es lo más importante en este momento y el resto ya no importa, según el propio influencer. Aún así, la redención no caerá sola del cielo y ambos tendrán que hablar de muchos temas antes de conseguir acercar posturas. «Tenemos que hablar y perdonarnos. El perdón debe ser mutuo», recalca en su entrevista con Semana.
De hecho, tiene tan claro que quiere reconciliarse con su padre que está dispuesto a ir a verlo al hospital cuando salga de la operación, prevista para el próximo 6 de agosto. «Sí, podría ir. Es mi padre», señala. Sin embargo, ha puesto una pequeña condición para que se produzca el encuentro: «no me gustaría coincidir con nadie. Ni con su actual pareja, ni con su ex, ni con Ana«. Diego quiere un tiempo a solas con Kiko para que hablen largo y tendido sobre su relación paternofilial, y no quiere que nadie se meta de por medio. ¿Será este el acercamiento definitivo entre padre e hijo? Solo el tiempo lo dirá.
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