El hijo de la infanta Elena alcanzó el pasado 17 de julio los 21 años. Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón se ha convertido en todo un hombre a base de escándalos y varapalos. Lejos de celebrarlo por todo lo alto, como ya nos tiene acostumbrados, el hermano de Victoria Federica ha pasado uno de los peores cumpleaños de su vida. La culpa podría tenerla toda la familia real, que ha cantado las cuarenta al chico más rebelde de la monarquía española.
21 años de escándalos
> Un pequeño Froilán empezó a dar pistas sobre los quebraderos de cabeza que traería a toda la Casa Real cuando propinó aquella patada a su prima Victoria en la boda de Felipe y Letizia. Lo que muchos vieron como la simple travesura de un niño, se trataba en realidad de un claro vaticinio: el hijo de la infanta Elena estaba dispuesto a liarla y a poner en entredicho a toda su familia durante el resto de su vida. Peleas en las puertas de las discotecas, malas notas en los estudios y disparos con armas de fuego son solo unos cuantos ejemplos del sinfín de escándalos en los que de Marichalar se ha visto envuelto.
Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que la familia real se viera obligada a tomar una drástica decisión para corregir su nefasto comportamiento. Así, durante su adolescencia lo ingresaron en diferentes internados situados en el extranjero y en España, pero su actitud no mejoró tanto como esperaban. El rey Juan Carlos tuvo que pagar de su propio bolsillo una nueva matricula en un centro de Estados Unidos, del que regresó algo más reformado. La Casa Real le ha cantado las cuarenta y le ha marcado unos límites muy claros, hasta el punto de que Froilán parece otro.
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El peor cumpleaños de Froilán
> El sobrino del rey Felipe ha alcanzado los 21 años y no ha podido organizar una fiesta para celebrarlo. Froilán solía acostumbrar a reservar conocidas discotecas del centro de la capital para darlo todo junto a sus amigos más cercanos. En esta ocasión, su cumpleaños ha pasado inadvertido. Ni una sola reunión con sus seres queridos. Teniendo en cuenta que a de Marichalar le pierden los eventos exclusivos por todo lo alto, es más que probable que la familia real le haya cortado las alas y le haya exigido que se comporte de cara a su aniversario. Las cosas no están como para que protagonice un nuevo escándalo. La monarquía no puede permitírselo.
Así, parece que Casa Real le ha dado un buen tirón de orejas y Froilán ha preferido olvidarse de las fiestas para no buscarse un lío con su familia, especialmente con sus tíos, los reyes. En su lugar, Felipe Juan disfrutó de una velada romántica junto a su novia, Mar Torres, nieta del multimillonario dueño de El Pozo. Los jóvenes cenaron en un exclusivo restaurante madrileño, cuya lista de espera ronda las cuatro semanas. Aunque se tratara de un cumpleaños mucho más tranquilo de lo que suele acostumbrar, el hijo de la infanta Elena tiró la casa por la ventana para invitar a su chica, y es que el precio medio por comensal en este comedor se acerca a los 90 eurazos. ¡Casi nada!
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Froilán, sin amigos en su cumpleaños
> En cualquier caso, es más que probable que Froilán no tuviera el cuerpo para muchas fiestas. Tampoco habría tenido a quién invitar. Además de prohibirle excederse con las juergas y la vida nocturna, Casa Real también avisó a Felipe Juan de que tenía que empezar a limpiar sus amistades. El hijo de la infanta Elena debía delimitar su círculo de confianza y expulsar de manera fulminante a todo el que pudiera traerle problemas. Así, con mucho pesar en su corazón, se ha tenido que despedir de amigos que han formado parte de su vida desde que tiene memoria.
Uno de ellos ha sido el torero Gonzalo Caballero. La amistad entre los dos jóvenes era tan profunda que el diestro llegó a meterse de lleno en el núcleo familiar de los de Marichalar. De hecho, están cobrando fuerza los rumores de que podría mantener una relación sentimental con Victoria Federica, la hermana de Froilán. Sea o no su cuñado, Felipe Juan no ha tenido reparos a la hora de echar las cruces al que un día fue su colega más íntimo. El nieto de Juan Carlos I sospechaba que podría estar traicionándolo al vender información sobre su familia a la prensa. Esa vocecilla detrás de la oreja le bastó para despedirse para siempre del que, hasta ese momento, fue uno de sus pilares más fundamentales.
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Froilán, una mala influencia
> Pero que no haga palmas la familia real. Aunque parece que han conseguido adiestrar a su miembro más rebelde, todavía les queda un hueso duro de roer. Dicen que de tal palo, tal astilla, y Victoria Federica ha salido calcada a su hermano. La pequeña de los de Marichalar no queda exenta de escándalos y polémicas, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta el ejemplo que ha tenido. La hija de la infanta Elena no se corta un pelo y es capaz de retar a su propia madre en público, sumiéndose en álgidas discusiones con ella, sin importarle la presencia de las cámaras.
Según la propia hermana del rey, su hija está «despendolada» y necesita un toque de atención igual que el que recibió su hermano en su día. A la infanta Elena no le hace ninguna gracia que su hija termina «trifásica» durante la noche madrileña, por lo que Victoria Federica podría ser la siguiente en sufrir el temido tirón de orejas real que termina con las tonterías de un plumazo.