El verano ha llegado y ha empezado fuerte, consiguiendo que se superen las temperaturas máximas registradas hasta la fecha en muchos puntos del país. El colegio ha terminado y para los pequeños el verano es mucho más largo que para sus progenitores. Así que, no queda otra que tirar de los clásicos campamentos de verano o en el mejor de los casos echar mano de los abuelos, siempre dispuestos a hacer de cada verano de sus nietos una aventura inolvidable. Los más afortunados ya estarán disfrutando de sus vacaciones, pero para la mayoría, esto va por quincenas, y esta todavía no es la que les corresponde. No obstante, es hora de guardar los uniformes del colegio y sacar los trajes de baño, sandalias y demás ropa ligera típica de esta época. Y sorpresa, los pequeños de la casa han dado un estirón, la ropa del año pasado ya no les sirve, así que toca ir de compras. Tal y como comentan desde Nio Moda Infantil, “la mayoría de los padres no son conscientes de lo que crecen los niños, algo muy habitual ya que el contacto es diario. Sin embargo, aquellos que pasan una temporada sin verlos, si son más conscientes de lo que crecen y cambian los pequeños. Lo normal es que la ropa de una temporada no les sirva para la siguiente”.
Horror, si ya uno tenía pocas cosas que hacer y organizar, ahora la lista se ha incrementado y toca ir de compras con los pequeños para hacerse con todo lo necesario para las vacaciones. Y toca hacerlo en período de rebajas, lo que supone un poco de alivio para el bolsillo pero un agotador proceso en busca de tallas y prendas adecuadas.
“Es usual que muchos padres esperen a las rebajas para renovar el armario de sus hijos, pues hacerse con todo lo necesario para la temporada puede suponer un desembolso importante, más aún cuando se habla de más de una criatura. Sin embargo, tiendas como la nuestra disponen constantemente de una zona de outlet en la que se pueden encontrar prendas de las mejores marcas a muy buen precio” indican desde Nio Moda Infantil.
Y ya con todo el trabajo hecho es hora de pensar en las vacaciones, de ir descontando días, de ir haciendo las maletas y también de dar un descanso a esos abuelos que ya las pasaron canutas para cuidar a sus hijos y que ahora disfrutan de sus nietos de manera muy diferente.
No obstante, no todo el mundo tiene la suerte de poder contar con familiares o amigos que les echen una mano, convirtiendo el verano en un auténtico quebradero de cabeza. Afortunadamente cada vez existen más alternativas para mantener a los niños ocupados mientras sus padres trabajan, eso sí, la mayoría no son gratuitas.