Kiko Hernández es uno de los rostros más significativos de Sálvame. Desde que empezó el programa, ahí está él, con sus bombazos y una forma de hacer televisión que no deja indiferente. A medida que su estrella crece se evidencia que muchos les temen. ¿Por qué en Sálvame todos tienen miedo a Kiko Hernández? Contestamos a la pregunta del millón a continuación. Sigue leyendo.
Kiko Hernández, ¿el lobo feroz?
> La forma de hacer televisión de Kiko Hernández no deja indiferente a nadie. El colaborador igual da bombazos que atiza a sus compañeros. Nadie puede actuar así sin la complicidad de los jefes. La cuestión es que muchos colaboradores de Sálvame temen a Kiko. Algunos hasta han llegado a pedir no coincidir con él o se han quejado de su hostigamiento. ¿La respuesta del protagonista? “El problema lo tienen ellos. Si tienen que ir a un psicólogo que vayan, la culpa no es mía, es suya”.
Kiko tiene poder en Sálvame y eso se nota. De ahí que muchos se echen atrás a la hora de contestarle. Temen que eso les pase factura. Incluso teniendo razón, se arredran. Es el caso de Anabel Pantoja, que contestó a Kiko cuando se metió con su primo por hacer exclusivas. Le recriminó sus críticas recordándole que él había sacado a sus hijas en portada. Hernández la fulminó con la mirada y en la pausa tuvieron sus más y sus menos. La sobrina de Isabel Pantoja acabó llorando y disculpándose con su compañero. Da que pensar.
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¿Todo vale para Kiko Hernández?
> La mayoría de los dardos de Kiko van contra compañeras. Esto ha llevado a muchos a plantearse ¿es Kiko Hernández misógino? Si hay alguien que teme al colaborador es Lydia Lozano. Ella misma lo ha reconocido. En tiempos fueron íntimos pero él se enfadó porque Lydia habló con alguien de su enfermedad. Un asunto muy raro. El colaborador explicó que sufría cáncer de páncreas y llegó a afirmar que no se dejaría vencer por la enfermedad. Una amiga suya lo desenmascaró: “Es que Kiko, en el fondo, es muy inculto. Porque si llega a ser un poco más listo se inventa otro cáncer más fácil de curar”.
Así relató María Eugenia Martínez en Dime lo que descubrió tras conocer la enfermedad de Kiko: “Empecé a ver cosas raras. Por ejemplo, él estaba ingresado en La Milagrosa (un sanatorio de Madrid), con suero, y había adelgazado bastante. Cuando llegué, su madre estaba tan tranquila, fumando en la habitación. ¡No me lo podía creer! Con un hijo de 30 años, con cáncer, fumando relajadamente… Después fuimos a comer y él se pidió patatas con carabineros, ¡con un cáncer de páncreas! Pensé que se nos moría allí mismo. Pero ahí sigue como una rosa”.
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La maldad de Kiko
> Kiko Hernández es un auténtico killer en plató. No duda en atizar a diestro y siniestro. Muchos de sus compañeros se han arrepentido de haberle confesado cosas porque luego las ha utilizado en su contra. Y todo eso con el beneplácito de la cúpula, que ha encontrado en él al ejecutor perfecto de estrategias que suben el share. Esto tiene premio. En su caso, está exonerado de que se toquen asuntos relativos a su vida privada. Da igual si hace exclusivas o posados, robados, la cuestión es que está a salvo de la polémica.
Algunos, desesperados por el hostigamiento de Hernández, han recurrido a los regalos para congraciarse con él. Es el caso de Chelo García-Cortés, que obsequió con un reloj carísimo al colaborador. ¿Vale la pena ser el causante de tanto miedo? En el caso de Kiko Hernández, sí. Según Rumore, su sueldo anual en Telecinco es de 250.000 euros, más otros cien mil derivados de conceptos publicitarios. Estas cifras se ven incrementadas cuando el tertuliano ejerce de presentador. Ahora tiene programa propio de televenta y ha invertido en ladrillo. Su fortuna sobrepasaría ya los dos millones de euros.
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Los pesos pesados del corazón temen a Kiko
> Hace unos años hubiera sido impensable que María Patiño alabara a Kiko. La clave está en el peso que tiene en Telecinco: “Sé perfectamente lo que quieren los jefes y Kiko responde a sus intereses”, expresó María en Vertele. Cuando estaba en Antena3, Hernández representaba el anti periodismo, la telebasura y el todo vale. Sin embargo, una vez desembarcó en Telecinco su opinión cambió radicalmente. Lo mismo ocurrió con Gema López. Queda claro que está muy desaconsejado meterse con la estrella de Sálvame.
Belén Esteban se quejó de la sobreprotección que goza Kiko y jamás ha vuelto a hacerlo. Aseguró que no era justo y pidió que todos fueran tratados por igual. También ella se llevó lo suyo el día que el colaborador le espetó que dejara de meterse cosas por la nariz. La Esteban se echó a temblar. A su regreso tras un tiempo desintoxicándose, temblaba ante la reacción de Kiko. Era su mayor preocupación. El padre la acogió en su seno con un abrazo. Amén.