Ana Guerra (Tenerife, 1994) es sin duda una de las cantantes con más éxito de nuestro panorama musical. Comenzó en el mundo de la música gracias a un karaoke que le compró su padre y pronto se interesó por la flauta travesera, llegando a cursar ocho años en el Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de Tenerife. Aunque el camino hasta llegar a la cima en la que se encuentra hoy en día no siempre fue tal fácil.
Siendo niña intentó cumplir su sueño yendo a programas musicales infantiles como Menudas Estrellas o Veo Veo, pero su gran oportunidad le llegó en 2017, con su participación en el regreso a TVE de Operación Triunfo, uno de los formatos de talentos con más proyección de la televisión. Consiguió quedar en quinto puesto, pese a estar nominada en multitud de ocasiones. Su gran momento le llegó con La Bikina y luego vinieron otros temazos como El Remedio o Lo Malo, con el que casi llega a representar a España en Eurovisión junto a su compañera, Aitana. Por no hablar de su primer disco de estudio, Reflexión, en el que encontramos canciones bailadas por todas y todos como Ni la hora.
De ser “mantera” a la cima del éxito
Los comienzos casi siempre son duros. E incluso Ana Guerra estuvo un tiempo vendiendo por las calles, de forma ilegal, un disco que había grabado ella misma. Lo contaba en una reciente entrevista en el programa radiofónico de La Ser Hoy por Hoy Madrid, presentado por Marta González Novo. No es un secreto que el género de los boleros es uno de sus preferidos y en él se desenvuelve a las mil maravillas. Por ello, era preguntada en dicho programa sobre si no se planteaba grabar un disco de boleros, a lo que respondía así: “Sí. De hecho tengo uno. Se llama con B de Bolero, que lo saqué y lo vendía ilegalmente cuando cantaba en la calle. Nos costó 50 euros por cabeza y creamos versiones de mogollón de boleros y los vendíamos por la calle”.
Ahora su disco se vende en las principales plataformas comerciales y lidera las listas de éxitos, aunque no siempre fue así. De hecho, ella misma ha contado su historia en un libro (con el que triunfó hace dos fines de semana en la Feria del Libro de Madrid) que acaba de publicarse con el título Con una sonrisa. En él narra cómo su sueño se hizo realidad después de estar intentándolo desde los 7 años y pasando por capítulos no siempre tan felices como los que vive en este momento. “Hace solo un año, mi sueño de dedicarme a la música se hizo realidad. Eso es lo más maravilloso que me ha pasado jamás. Pero también me da mucho vértigo. Por eso intento no olvidar nunca todo lo que he aprendido en el largo camino que me ha traído hasta aquí. Y así es como nació este libro, para recordar cuáles son las cosas importantes de esta vida y para dar las gracias, con una sonrisa, a todas las personas que me han acompañado en este viaje”, cuenta.
Este verano le esperan una larga lista de conciertos por nuestra geografía española. Y después una gira en compañía de Cepeda, otro concursante de su edición de Operación Triunfo. Un triunfo que sabe más dulce cuando has probado primero, como ella ha hecho, el lado más amargo.