La infanta Elena y sus hijos se han especializado en lanzar órdagos a don Felipe y doña Letizia. Y es que los tres van a su aire y pasan de las normas exigidas a cualquier miembro de la familia real. En esto recuerdan en mucho a don Juan Carlos. Están despendolados y actúan como versos sueltos. La cuestión es que la hija mayor de los reyes eméritos se ha visto inmersa en una nueva polémica que salpica de pleno a Casa Real. Otra vez don Felipe y doña Letizia con el agua al cuello por culpa de la infanta Elena. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Una infanta en pie de guerra
> La infanta Elena está en el punto de mira por su proceder en relación a don Felipe y doña Letizia. La hija mayor de los reyes eméritos no oculta su desapego a su hermano y cuñada. Está muy dolida por el trato que han dispensado a sus padres. No comprende cómo su hermano ha consentido ciertos comportamientos poco adecuados hacia don Juan Carlos y doña Sofía. A la infanta le resulta muy difícil digerir la pasividad de don Felipe frente al hacer y deshacer de doña Letizia.
Aunque en tiempos Elena discutía muchísimo con su padre, la madurez trajo la paz y el entendimiento. La infanta mima y protege a don Juan Carlos. Un comportamiento que también siguen sus hijos, Pipe y Victoria. Los tres son una piña cuando se trata del rey emérito. Para la infanta ha sido una liberación que su padre anunciara el adiós a la vida pública. Considera la infanta que ya eran demasiadas las inmerecidas humillaciones que estaba sufriendo don Juan Carlos por parte de los reyes. Para ella, lo bueno de su padre como rey pesa sobre lo malo, de ahí que no comulgue con las zancadillas que le han puesto en el camino.
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Una musa llamada Elena
> Parece que muchos no están de acuerdo con que Elena ya no forme parte de la agenda real. De ahí que no paren de reivindicarla. En esta ocasión, han utilizado su imagen como reclamo de un Festival de Poesía bajo el lema Sense paraules (Sin palabras) La infanta dibujada que ilustra el cartel lleva unos pendientes con hoz y martillo. Desde la organización del Festival aclaran que la hija mayor de los reyes eméritos es un icono pop y que, por tanto, está justificada su presencia en el cartel.
Así desarrollan desde el festival de poesía la elección de la infanta como musa: “La VIII Edición de VOCIFERIO escoge este año para su cartel un retrato realista de una figura que ha trascendido la política, propia de la cultura pop, como es la Infanta Doña Elena y un símbolo político que representa la ideología comunista para provocar una reflexión sobre si lo figurativo e icónico realmente puede generar una imagen explícita evidente”.
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El mal trago de los miembros de la familia real
> Aunque no se ha dado excesivo aire mediático, no es la primera vez que la imagen de algún miembro de la familia real se utiliza con fines publicitarios, así lo recogen desde Vanity Fair: “En 2011, la red social de parejas en línea Ashley Madison se promocionó en plena Gran Vía con un gigantesco cartel en el que figuraba el rey Juan Carlos I acompañado del príncipe Carlos y Bill Clinton. ‘¿Qué tienen estas realezas en común? Que deberían haber utilizado Ashley Madison’, rezaba el polémico cartel aludiendo a sus sonadas infidelidades”.
La cosa no acaba aquí, porque según Vanity Fair “Un año después (en 2012) era doña Sofía quien se convertía sin quererlo en la imagen de esta empresa. ‘Ya no tienes por qué pasar la noche sola’, decía esta vez el mensaje junto a una imagen de la entonces reina consorte en sujetador y abrazando a un joven con el torso desnudo. A doña Sofía molestó tanto que la casa estuvo a punto de presentar una demanda contra Ashley Madison”. De hecho, la reina se reunió con su abogado y quería ir para adelante con el proceso judicial. Sin embargo, desde Zarzuela lo desaconsejaron.
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Las cloacas del estado
Están a punto de explotar las cloacas del Estado y eso afecta a don Juan Carlos. Si hasta ahora sabíamos que Corinna le había acusado de utilizar testaferros para manejar su fortuna y propiedades, la cosa podría complicarse. Y es que todavía hay más. Como siempre, Villajero en la sombra. El ex comisario sigue moviendo los hilos desde prisión. La cuestión es que no ha quedado más remedio que retirar de la vida pública al emérito para evitar que la Corona se vea salpicada por un escándalo de gran magnitud.
El domingo pasado, don Juan Carlos celebró una fiesta por su jubilación. Llamativa y significativa la ausencia de don Felipe y doña Letizia. El rey y los hombres de gris de palacio han dictaminado que toca extender cordón sanitario alrededor del emérito. No habrá más imágenes juntos, ni actos oficiales al alimón. Se trata de salvar los muebles. Los reyes tienen claro que van a luchar para proteger la institución, caiga quien caiga.
Los problemas de la Infanta Elena no acaban aquí. También hemos conocido la mala relación que mantiene con Jaime de Marichalar.
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Las continuas discrepancias entre doña Elena y don Jaime
> Doña Elena y don Jaime nunca han querido ser amigos tras su separación. Se han esforzado por tener un trato cordial pero el tiempo ha hecho que cada vez quede más claro que la relación entre ellos está más que rota. Es cierto que ha habido algún momento de acercamiento como cuando ella fue a ver al hospital a su exsuegra, Concepción Sáenz de Tejada. Pero este bonito gesto que todos los Marichalar agradecieron no hizo que la balanza cambiase.
A lo largo de estos años han tenido muchas discrepancias. Casi todas han girado alrededor de la formación de sus hijos y de su régimen de visitas. «Jaime se llegó a quejar en alguna ocasión de la flexibilidad con la que la infanta Elena se tomaba el horario de entrega de los niños, que desde el principio de la separación han vivido con ella”, recoge Vanity Fair. Pero ni siquiera el hecho de que Froilán y Victoria Federica sean ya mayores de edad y, pro tanto, tomen sus decisiones, ha hecho posible que firmen la paz. De hecho, estos días en Sevilla han hecho lo imposible por no coincidir. Han evitado a toda costa hasta el saludo cordial. Ambos se han desplazado a la capital hispalense por el mismo motivo pero han vivido el gran día de su niña, y los momentos previos y posteriores, de una manera muy diferente. Descubre a continuación el origen de esta tensa situación.
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Las declaraciones que han hecho que todo salte por los aires
> A la primera hija de don Juan Carlos y doña Sofía parece no hacerle mucha gracia la relación que tiene su exmarido con la prensa en los últimos tiempos. Siempre ha sido un hombre discreto, pero hace solo unas semanas concedía unas declaraciones a la periodista Carmen Duerto en las que hablaba abiertamente de su vástagos. También dedicó un tremendo zasca a la madre de estos. «La infanta quería que Victoria terminase sus estudios en Inglaterra, pero yo me opuse. Con tres años me parecía que ya estaba bien. Era excesivo y yo quería estar con mi hija”, aseguraba el aristócrata.
Unas revelaciones con las que doña Elena puso el grito en el cielo. Y es que, a pesar de su condición social, nunca le ha gustado que se hable de ella. Por supuesto, tampoco de los suyos. Su relación con la prensa ha sido muy difícil desde bien joven. De hecho, a sus 55 años sigue sin aceptar que su apellido la convierte en un reclamo para los flashes. Hace escasas semanas se producía el último altercado de la infanta con los profesionales de la comunicación, a los que calificó de «gentuza» y «coñazo». Una actitud deplorable que la ha puesto en el disparadero.