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sábado, 23 noviembre 2024

Alerta: preocupación por la salud de Kike, el hijo de Bertin Osborne

Tanto Bertín Osborne como su mujer Fabiola han sido totalmente sinceros a la hora de hablar de su hijo Kike. Sufrió problemas cerebrales al nacer y eso ha conllevado a vivir en una lucha constante que aseguran, es muy duro. La pareja ha querido contar con pelos y señales los problemas que superan día a día aunque aseguran que ahora, es una etapa de felicidad.

Unidos por el amor y la lucha

Alerta: preocupación por la salud de Kike, el hijo de Bertin Osborne

> Bertín Osborne y Fabiola se conocieron hace ya 19 años. Ambos tardaron unos años más en hacer oficial su relación. Los miedos de la venezolana por oficializar su relación eran evidentes. La fama de mujeriego del andaluz le perseguían todavía. «Cuando lo conocí, le precedía la fama de conquistador y era difícil tomarse en serio una relación con él. ¿Qué podías esperar de un hombre así? Pero, desde el primer día hubo química entre nosotros y me quedé «pillada». Lo curioso es que no volvimos a vernos durante un año. El reencuentro fue definitivo. Empezamos a salir con un poquito de miedo, pero las dudas dieron paso al amor… y hasta hoy», confesó Fabiola hace unos años.

Aunque muchos fueron los rumores, ellos han demostrado que se quieren más que a nada en este mundo. Juntos han formado una bonita familia. Tienen dos hijos en común, Kike y Carlos, de quienes disfrutan todo lo que pueden. Ambos han tenido que hacer frente a muchas adversidades. Kike sufrió varios daños cerebrales durante su nacimiento. Esto les ha unido más y ha hecho que luchen juntos por superar todas las adversidades. En exclusiva, la pareja ha contado sus mayores miedos.

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Fabiola se sincera

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> La mujer de Bertín ha sido totalmente sincera. En exclusiva para la revista Hola, se ha sincerado. Para ella, Kike es muy especial y no hay día que no luche por la salud de su hijo. Asegura que no sabe de dónde saca fuerzas pero que Kike le ha hecho madurar en cuestión de segundos: «Creo que la brutal sacudida que la vida me pegó cuando nació Kike me hizo madurar de golpe». A pesar del sufrimiento, ha confesado que no hay tiempo para rendirse, «Jamás te resignas. Luchas para que todo vaya bien, para intentar cambiar lo que está pasando en ese momento. Por otra parte, ver otras realidades también te da más perspectiva».

A pesar de estos malos tragos, la pareja es consciente de que son unos privilegiados. El dinero ha permitido que juntos puedan con todas las adversidades: «Bertín y yo tenemos una situación de privilegio. Disponemos de medios y posibilidades de hacer muchas cosas que otras familias no pueden». Pero confiesa que no todo es el dinero. No hay día igual y por eso siempre tienen que estar alerta: «Intentas crear rutinas y horarios porque lo necesitas para poder llegar a todo lo que Kike hace pero no hay día igual a otro. Un día parece que va todo bien y de repente sufre una crisis epiléptica y no sabes las consecuencias de ese nuevo episodio», afirma. Por su parte, Bertín ha preferido ser mucho más cauteloso.

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Bertín, el más cauteloso

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> Si hay algo que caracteriza a Bertín es de mirar siempre el lado bueno de las cosas. Por eso, ha preferido ser más cauteloso que su mujer y esto es lo que ha dicho de su hijo: «Kike está muy grande. Tiene doce años y está muy desarrollado. Estupendo como siempre». Unas palabras con las que Bertín saca a la luz su lado más paternal. Pero sus bonitas palabras también estaban dirigidas a su mujer Fabiola, a la que admira profundamente. «Su capacidad de trabajo es inexplicable. A veces a las cinco de la mañana ya está contestando mensajes hasta las once de la noche».

Ambos están muy volcados con su hijo pero no pueden evitar sentir angustia: «Lo que más nos angustia es pensar que cuando su padre o su madre no estén qué va a pasar con él. Intentamos buscar la manera de que Kike sea lo suficientemente autónomo para que pueda manejarse en el día a día». Aseguran que Kike ha avanzado mucho pero también son realistas: «Nada de lo que ha sucedido habría sido posible. Hay mucho esfuerzo detrás; primero el suyo, su propio esfuerzo o capacidad de supervivencia, y luego el de todos los que estamos a su alrededor, familia y profesionales».

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Su fundación va viento en popa

Bertín Osborne

> «Cuando Kike nació, yo solo pensaba y estaba centrada en él. No se me pasaba por la cabeza crear una fundación», asegura Fabiola. Pero lo cierto es que ambos han sabido cómo sacar partido a la enfermedad que muchos niños hoy en día padecen. Por eso, decidieron crear la fundación. «Hubo un momento en el que nos vimos tan desbordados de peticiones para saber que terapeutas seguíamos con nuestro hijo que decidimos crearla». Canalizaron al ayuda a través de profesionales hasta que poco a poco se hizo con un equipo.

Ambos, tiene pensado crear una cena con amigos para aumentar aun más las ayudas económicas de la fundación. Gracias a la cea que hicimos el año pasado pudimos abrir una sede en Madrid y contratar a dos personas más. Este año, al pareja repite cena. Esta vez se realizará en Sevilla. «Consiste en pedir ayuda a restaurantes amigos. Todo es para beneficio de la fundación. Estamos seguros de que repetirán el éxito de la temporada pasada y aumentarán los beneficios para la fundación. Solo queda desearles suerte.