Están consolidados tras haber superado algún que otro bache. No hay duda de que la relación entre Luis Miguel Rodríguez y Ágatha Ruiz de la Prada está construída a prueba de bombas.
Queda poco menos de una semana para que se cumpla el primer aniversario de la relación entre ellos. Un año desde que Ágatha y LuisMi se conocieron en la fiesta de cumpleaños que la abogada Teresa Bueyes organizó en la finca toledana del empresario. Desde entonces, la pareja apenas se ha separado. Están felices y hacen caso omiso a las maledicencias que se publican sobre ellos con el único fin de torpedearles. Miran hacia otro lado ante la polémica para vivir con tranquilidad y entrega un amor que parece indestructible.
Un año de mucho éxito
En este año que se cumple, Ágatha se ha revalorizado como personaje del papel cuché. Es una diva del mundo del corazón. Generosa, simpática y tremendamente directa, sus entrevistas en televisión siempre están cargadas de titulares. No se esconde ante nada ni ante nadie. Habla sin temores del presente pero también navega en los mares endiablados del pasado. LuisMi, por contra, sigue estando en un segundo plano. Se mueve mejor en la privacidad y disfruta del éxito de su novia. No hay más que conocerle para saber que bebe los vientos por ella.
Precisamente coincidí con él en la fiesta de cumpleaños que Teresa Bueyes celebró hace unos días. LuisMi se mostró muy cariñoso con todos los invitados, viejos amigos y amigas, con los que se divirtió. Es falso que hubiera coqueteo o cortejo a otras mujeres. No dejó de hablar sobre su novia. Todo eran palabras y recuerdos porque, esa noche, la diseñadora se encontraba fuera de Madrid. En su mirada discerní ese amor pausado que no le había visto en otras ocasiones. Me gustó verle tan dispuesto y emocionado al reconocer el buen momento sentimental que atraviesa. Y es que hay relación para rato.