Para Kiko Rivera ha sido muy difícil sincerarse. Fue en GH DÚO donde confesó su terrible realidad: la adicción a las drogas. El hijo de Isabel Pantoja da un paso más y revela los peligros que vivió mientras estuvo enganchado. Sin duda, un testimonio desgarrador. Te lo contamos todos a continuación. Sigue leyendo.
Kiko Rivera, un niño destinado a ser el centro mediático
Si hay algo que caracteriza a Kiko Rivera es de ser el hijo de Isabel Pantoja. Él alardea mucho de ello. De hecho, siempre que ha tenido ocasión ha dedicado unas bonitas palabras a su madre, con quién tiene muy buena relación paternofilial. Sin embargo, desde que nació ha acaparado las cámaras de televisión. La traumática muerte de su padre Paquirri, un torero de renombre, fue uno de los motivos por los que Kiko ha tenido siempre una cámara de televisión a su lado. Esto sumado a la profesionalidad de su madre como cantante ha hecho que hoy en día Kiko Rivera sea una celebridad muy conocida.
Siempre ha estado muy protegido por su familia. Hasta que cumplió la mayoría de edad. Desde ese momento, Kiko se dio a conocer rápidamente ante los medios de comunicación. Sus relaciones sentimentales, sus trabajos y su relación con su hermana han sido los temas que le han perseguido durante su mediática vida. Pero ha sabido como sobreponerse. Y lo ha hecho de la mejor manera posible. Concursando en uno de los realities más exigentes de España. Entró en GH DÚO con la finalidad de abrirse ante los telespectadores y vaya si lo ha conseguido.
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Su participación en GH Dúo
La participación de Kiko Rivera en GH Dúo ha sido todo un éxito para él. Participó con la condición de tener a su actual mujer, Irene Rosales al lado. Y aunque ella se quedó a las puertas de entrar en la final, Kiko consiguió alzarse con un segundo puesto muy bien ganado. Este concurso le ha servido para conocerse así mismo. Mejorar su relación sentimental y sobre todo, abrirse y sincerarse con el público que ha seguido el programa. Sus peleas dentro de la casa han sido muy notables, sobre todo con Ylenia Padilla y María Jesús Ruiz, pero eso no ha podido con él.
Quién le iba a decir a Kiko que un programa de televisión le ayudaría a niveles estratosféricos. El hijo de Isabel Pantoja olvidó por completo la presencia de las cámaras que le grababan las 24 horas del día. Ha hecho confesiones que eran ocultas hasta para su familia. La verdadera relación que tiene con su hermana, algunas confesiones sobre su madre pero sobre todo, su adicción a las drogas han sido los temas en los que mas ha profundizado en Guadalix. Tras su salida, Kiko Rivera ha narrado con pelos y señales los verdaderos problemas que tuvo con las drogas. En exclusiva para Semana, ha contado cómo bajó al infierno en cuestión de días. Estas han sido sus palabras.
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Del cielo al infierno en cuestión de días
Kiko Rivera ya se ha cansado de esconder cómo era su veradera vida hace tan solo un año atrás. En exclusiva para Semana ha narrado algunos de los detalles más duros de su vida. «Probé la cocaína por primera vez cuando tenía 18 años. Aceptaba cinco bolos semana. Ganaba mucho dinero y me lo gastaba todo en droga. Me llegué a gastar seis millones de euros», confiesa. «Estoy vivo de milagro. Consumía cocaína cunado trabajaba y hachís y marihuana cada día». Su vida empezó a tambalearse de repente y aunque asegura haber intentado desintoxicarse mientras mantenía una relación con Jessica Bueno, no pudo conseguirlo.
Las paranoias, alucianciones y el sentimiento de fallecer fueron los culpables de que Kiko Rivera comenzara a ser consciente de lo que tenía encima. «Al final me muero» confiesa haberse dicho así mismo. Asegura que fue sometido a extorsiones y amenazas contínuas: «Me decían o me pagas tanto o lo difundo y lo vendo en la televisión». Pero este cambio ha sido gracias a Irene Rosales y a su madre, que le han ayudado a cambiar de vida radicalmente. El DJ ha narrado con pelos y señales cómo fue le momento en el que Irene e Isabel Pantoja se enteraron de su situación.
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Así fue cómo se lo contó a Isabel pantoja y a Irene Rosales
Kiko Rivera ha narrado con pelos y señales cómo fue contárselo a su pareja y su madre. En realidad, Irene Rosales ya era consciente en parte por lo que estaba pasando Kiko. El DJ confesó que en ocasiones las broncas con ella eran buscadas, hasta que Irene no pudo más. «Irene me pidió que se lo contara a mi madre. Me dio muchos ultimátums», hasta que finalmente consiguió que Kiko comenzara su nueva vida. «Me puse al teléfono con mi madre. Temblaba y no podía reprimir el llanto», cuenta Kiko.
«Mamá, soy un enfermo. Tengo un problema con la cocaína, el hachís, la marihuana y necesito ayuda. Tengo que curarme». Con estas palabras, Isabel Pantoja se enteraba de que su hijo estaba enfermo. Asegura que le dio el mayor disgusto de su vida pero que en cuestión de horas se presentó en su casa para comenzar el proceso de recuperación. Asegura que durante un tiempo estuvo aislado en su casa. «Me traían hasta el tabaco», confiesa. Pero tras un año de sufrimeinto en lso que narra cómo las pastillas le dejaban drogado, puede contar que finalmente está totalmente recuperado. «No estoy dispuesto a dar un paso atrás. No ahora después de lo que he sufrido», concluye.
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