Hay fechas claves que no deben olvidarse. Sin embargo, en la familia real cada uno campa o sus anchas, o tal parece a tenor de los últimos movimientos de algunos de sus miembros. Doña Letizia ya ha dejado claro que va a su aire y que es ella quien manda en su agenda. En cuanto a don Juan Carlos y doña Sofía, se han acogido a su estatus de jubilados para hacer su santa voluntad. Don Felipe está más solo que la una y es incapaz de poner orden en su familia, donde todos hacen lo que les da la gana. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo porque no tiene desperdicio.
La familia real, cada uno por su lado
> Las evidencias de desunión entre los miembros de la familia real son apabullantes. De hecho, ya ni se molestan en disimular. Doña Letizia vive un momento dulce porque ha conseguido lo que quería. Ya solo pintan don Felipe, Leonor, Sofía y ella. Ni uno más tiene cabida en lo que se entiende como Corona. Las infantas Elena y Cristina están fuera de juego. Cada vez son menores las posibilidades de que la hermana mayor del rey vuelva con honores a la agenda real. Quedó sentenciada el día en que Letizia le bajó el dedo. Y eso que don Juan Carlos y doña Sofía han hecho lo imposible por convencer a su hijo del gran activo que representa Elena.
Aunque su relación los medios es difícil, doña Elena es famosa por sus salidas de tono con los fotógrafos y reporteros que cubren sus pasos, su presencia es muy bien recibida en los actos a los que acude como representante de la familia real. Para algunos, la infanta es una secundaria de lujo imprescindible en la agenda real. A ella le gustaría pero el milagro parece improbable.
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El día señalado en que fallaron los eméritos y Letizia
> El domingo 28 de abril era un día señalado en España. Los ciudadanos tenían una cita con las urnas. Había mucho en juego y la sociedad se volcó de lleno en la convocatoria. Sin embargo, llamó poderosamente la atención la ausencia en el país de doña Letizia, don Juan Carlos y doña Sofía. Se anunció con antelación que la reina estaría ese día en viaje de cooperación a Mozambique. Sin embargo, ¿era tan necesario ese desplazamiento en una fecha tan importante?
Y para rematar, don Juan Carlos y doña Sofía hicieron gala de su categoría de jubilados viajando a Alemania para ver jugar a su nieto Pablo. Allí mostraron su estampa más familiar junto a las infantas Elena y Cristina. Ciertamente, gran parte de la sociedad no entiende el comportamiento de la reina y sus suegros. Es como si vivieran una realidad paralela muy diferente a la mayoría. Desmarcarse de actos tan importantes como las elecciones generales es algo que resulta incomprensible, causa sonrojo e indignación. (Imagen: Casa Real)
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La vida de lujo de la familia real
> El nivel de vida de la familia real es algo muy comentado. Don Juan Carlos llegó a salir en la lista Forbes por su poderío económico. Sin embargo, una llamada consiguió evitar su nombre en futuras ediciones. Posteriormente, Corinna dejaría al descubierto la realidad del rey emérito hablando de propiedades y cantidades ingentes de dinero depositadas en bancos suizos. Don Juan Carlos no quiso acogerse a la última amnistía fiscal creyéndose por encima del resto de los mortales.
En cuanto a don Felipe y doña Letizia, no viven mal. Hace unos años, alquilaron un velero para navegar por las costas de Croacia cuyo precio semanal era de treinta mil euros. Un medio británico, Express, cifró la fortuna de los reyes en dieciséis millones de euros para el rey y ocho para la reina. De eso hace ya un par de años y el patrimonio se supone que habrá aumentado.
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Doña Sofía, una reina no tan austera como la pintan
> Doña Sofía se ha ganado una fama de austera labrada durante años de asistencia a actos públicos en los que jamás ha resaltado por la ropa o complementos. Escogió una línea sobria y le ha salido bien. Sin embargo, la reina emérita no se priva de nada. Viajar es una de sus grandes pasiones y la practica siempre que puede. Suele alojarse en hoteles de primera. También gasta mucho en shopping. Es una de sus actividades favoritas. Puede pasarse horas y hora mirando y remirando. “Es muy comprona (sic)”, dijo la infanta Pilar a propósito de su cuñada.
Imposible encontrar rastros de los movimientos bancarios o propiedades que doña Sofía, o cualquier otro miembro de la familia real, pueda tener a su nombre. Lo del apartamento en Londres es una sombra que la persigue durante años. Una de sus ciudades favoritas. Se sabe también que ha ayudado a su hermano Constantino en momentos de estrechez. Tanta fue su insistencia para que el gobierno griego resarciera a su familia que insistió para que el rey moviera ficha. Don Juan Carlos pidió a Felipe González que resolviera el asunto y lo consiguió.
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