Tras unos años gloriosos, Belén Esteban se enfrenta a una etapa difícil y llena de cambios. Ella pensaba que su victoria judicial sería el primer paso de la felicidad, pero se equivocaba. Sin esperarlo, todo se está poniendo en su contra. Además, ve impotente que no puede hacer nada para recuperar aquella época. Está abocada al hundimiento, algo que le está haciendo perder los nervios.
Un cambio con el que no contaba
> Durante dos décadas ha gozado de un gran respaldo por parte del público. La gente la ha apoyado tanto que incluso han convertido a Belén Esteban en una especie de religión. Todo lo que decía la princesa del pueblo iba acompañado de un gran aplauso por parte del público. Además, su legión de seguidores era capaz de hundir a cualquier persona que intentara hacer daño a la vecina más famosa de San Blas. Muchas mujeres la consideran incluso una madre todoterreno y la elogian diciendo que ha sacado sola adelante a su única hija, Andrea.
Pero ya se sabe que cualquier tiempo pasado fue mejor. El paso de los años, su sobreexposición y su manido discurso está haciendo que todo ese furor que generaba disminuya. Además, de manera precipitada. La gente ya no cree a pies juntillas todo lo que la Esteban cuenta. Es más, sus últimos comportamientos han hecho que el bando de los detractores sea tan grande como el de los seguidores. Belén no tiene tanto respaldo como antes, especialmente por un comentario que ha sido la gota que ha colmado el vaso.
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Una petición que su convierte en su condena
> Oportunista es el calificativo que más le atribuyen estos días a Belén Esteban. Todo a causa de su desafortunada participación en Todo es mentira. Este programa, presentado por Risto Mejide, la invitaban a participar en un debate protagonizado por representantes de distintos partidos. Aprovechando que los tenía enfrente y que están en plena campaña electoral, la Esteban lanzaba una insólita pregunta. «Mi madre trabajó toda la vida limpiando sin contrato. A mi padre, que sí tenía contrato, le quedó una jubilación. Pero en el momento que falleció, a ella le recortan la pensión de viudedad. Muchas veces no puede llegar a fin de mes. ¿Ustedes piensan que con 600 euros una persona puede vivir?», aseguraba la rubia.
Los comentarios al respecto, por supuesto, no se hacían esperar. El público no entiende cómo Belén Esteban, que tiene unos desorbitados ingresos mensuales, puede exponer una queja de este estilo. No sentó nada bien lo que dijo y así se lo están haciendo saber. «¿Como harán familias con hijos que viven con la mitad?», decía una usuaria de Twitter. «Que la mantenga la hija, que baste dinero gana. Lo que pasa que siempre viven por encima de sus posibilidades y luego van llorando», añadía otra visiblemente enfadada. Todo esta situación está poniendo muy nerviosa a la colaboradora de Sálvame, quien ve peligrar su puesto. En este sentido, ha perdido los nervios protagonizando una insólita escena que te relatamos a continuación.
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Las incomprensibles críticas de Belén Esteban
> El nombre más repetido en los últimos días es el de Isabel Pantoja. Desde que la tonadillera confirmara su participación en Supervivientes, todas las noticias apuntan a esta misma dirección. No es de extrañar, es un auténtico bombazo. Algo que no parece haberle sentado nada bien a Belén Esteban. Si nos fijamos en últimas palabras sobre ella, parece incluso que la ex de Jesulín tenga celos del protagonismo de la artista. ¿Piensa la de Paracuellos que la Pantoja va a robarle su puesto? A juzgar por sus actos, todo apunta a eso.
De manera completamente inesperada, Belén ha perdido los nervios y ha cargado sin piedad contra la nueva estrella de Mediaset. “Pero, una pregunta, ¿quién ha venido al aeropuerto? ¿Isabel Pantoja u Obama?. Vamos, que esté un coche del aeropuerto esperándole en la pista… Perdonadme, de verdad, pero que vaya en coche hasta la puerta… Venga, por favor”, decía muy enfadada. Y es que parece que a la Esteban no le sienta nada bien que la tonadillera tenga ciertos privilegios. Algo que resulta muy curioso si tenemos en cuenta su trayectoria. A continuación abrimos la caja de los truenos con todas las polémicas a la que se enfrentó cuando fue concursante de realities.
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Un paso repleto de escándalos que quiere olvidar
> Parece que Belén Eeteban ha olvidado que ella siempre ha estado muy cuidada por la cadena de Vasile. Especialmente cuando participó en Más que baile y en GH VIP. En el primero de ellos resultó vencedora y presumió de ello hasta la saciedad. Sin embargo, casi una década después, los productores le asestaron un tremendo derechazo al asegurar que su premio no fue justo. De hecho, Toni Cruz y Josep María Mainat revelaron que ni siquiera se presentaba a los ensayos.
Posteriormente, convivió con otros famosos en la casa más popular de Guadalix de la Sierra. Una vivienda que abandonó convertida en flamante ganadora. Sin embargo, aquella fue también una victoria agridulce ya que recibió numerosos abucheos. Además, la sombra del tongo la acompañó desde el inicio por un comentario que ella misma hizo en una de las ocasiones en las que estuvo nominada. «¿Tú que crees, que Paolo va a decir que me echen?», le decía a una compañera. Sigue leyendo y entérate de lo último que ha ocurrido y que puede amargar la boda de la Esteban.
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Lo que tiñe de negro su momento más especial
> En estos últimos días, a Belén Esteban se le está juntando todo. Por un lado, ve cómo su prometido está en el disparadero, algo que siempre se ha esforzado por evitar. El conductor de ambulancias nunca ha querido formar parte del show business; ha cedido todo el protagonismo a la gran experta de eso. Pero su inminente matrimonio le está poniendo en el disparadero y no se encuentra nada cómodo con la situación. Además, no está saliendo nada bien parado. Las redes sociales no paran de criticar su aspecto.
Y es precisamente en el mundo 2.0 donde Belén Esteban está sufriendo un gran azote. Ve temerosa cómo tiene los días contados en la pequeña pantalla. Tan mal se están poniendo las cosas para la rubia que su trabajo podría estar en peligro. Y es que se han recogido firmas en Change.org para que «desaparezca de la televisión». Las casi 10.000 personas que han firmado consideran que «su conducta es inadecuada y es un ejemplo totalmente inapropiado y perjudicial para nuestros jóvenes, que pueden querer seguir su ejemplo».
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