La polémica está servida. Otra vez doña Letizia ha antepuesto sus deseos a la obligación real. La reina consorte disfruta de vacaciones privadas en Roma junto a Leonor y Sofía. El asunto ha levantado gran polvareda que doña Sofía ha aprovechado para dejar las cosas claras. La madre de don Felipe ha dejado en evidencia a Letizia demostrando que no está preparada para ser reina. Te lo contamos todo a continuación. No te lo pierdas.
Letizia, una reina de ocho a tres
> Letizia ha entrado en la monarquía pero la monarquía no ha entrado en ella. Pasan los años y la periodista no consigue cogerle el tranquillo a la institución. En Casa Real ya no saben qué hacer para corregir su desapego al rango que ocupa. El asunto es serio porque está fracasando estrepitosamente como reina consorte y eso arrastra a don Felipe. Y más con la idea tan extendida que existe acerca de la influencia de ella sobre él.
Doña Letizia sigue en su línea de ejercer de reina con horario de ocho a tres. A qué dedica el resto del día es un misterio. Ha dado instrucciones para que no se facilite información al respecto. Tan solo pueden conocerse las actividades marcadas en la agenda real. En este sentido, Letizia es una fiera a la hora de defender su privacidad y reivindicar su derecho a ella. Algo que choca con una institución de servicio público como siempre se ha pregonado desde Zarzuela.
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Doña Sofía se venga de Letizia dejándola en evidencia
> Doña Sofía ha hablado alto y claro sobre la ineptitud de Letizia para ser reina. Mientras la consorte está en viaje privado en Roma con sus hijas, la reina emérita sigue al pie del cañón. Y lo hace en Palma, lugar horrible para Letizia, tal y como demuestra año tras año. De hecho, su negativa a la isla ha obligado a firmar un documento en el que se especifican los días anuales que pasarán allí. Más allá de esto, doña Letizia se pira, tal y como ya ha hecho en alguna que otra ocasión.
La reina Sofía está en Palma y no para de acudir a actos donde su presencia es muy bien recibida. Asistió al concierto benéfico que ofreció Proyecto Hombre en la catedral el lunes. También ha estado en el Aquarium para inaugurar Gigantes del océano y se espera que su actividad no cese durante estos días. Todo esto no hace más que evidenciar que Letizia no está preparada para reinar. Mientras su suegra sigue al pie del cañón, ella aprovecha la menor ocasión para disfrutar de vacaciones privadas. Sin duda, olvida que la monarquía es una causa que requiere dedicación. “Hay que estar disponible las veinticuatro horas del día”, expresó en cierta ocasión doña Sofía al respecto de las obligaciones que conlleva ser reina.
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Letizia, una reina más que controvertida
> No es de extrañar que Letizia no empatice. Los esfuerzos que se han hecho para acercarla no han funcionado. Y es que la reina tiene un problema, quiere seguir manteniendo costumbres de su vida anterior que chocan con su condición de reina consorte. Se está produciendo un vacío en el cargo que se evidencia cada vez más con el buen hacer de doña Sofía. Siempre se ha dicho que doña Letizia odia que la comparen con su suegra. Sin embargo, es inevitable hacerlo ante su particular forma de ejercer el cargo.
Desde su llegada a Zarzuela, doña Letizia tuvo claro que su reinado sería muy diferente al de doña Sofía. Una forma de distanciarse fue trazar una hoja de ruta donde no hay lugar para los actos benéficos que con tanta dedicación abrazó la reina emérita. Esas iniciativas son cosa del pasado y la reina ha querido centrarse en problemas como la alimentación u otras causas más actuales. Sin embargo, su trabajo queda opacado por su afición a la belleza y la moda. Está demasiado pendiente de su aspecto y se le está yendo la mano con los pinchazos en el rostro para mostrar una piel tersa y luminosa.
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Letizia, Sofía, llega el momento de la verdad
> Doña Sofía no tiene ganas de repetir una experiencia como la ocurrida el año pasado en Palma durante el domingo de Resurrección. Fue entonces cuando doña Letizia mostró su peor versión impidiendo que se fotografiara con Leonor y Sofía. El asunto dio la vuelta al mundo. Pues bien, para este año, doña Sofía ya le ha dejado muy claro a don Felipe que no está dispuesta a pasar por lo mismo. A sus ochenta, la reina emérita no está para estos disgustos. Faltan pocos días para la cita y doña Sofía espera la fecha en Marivent junto a su hermana Irene.
Lo cierto es que doña Sofía ya ha hablado con don Felipe para decirle que controle a Letizia. La reina emérita tiene voluntad de estar presente en los actos en que se requiera su presencia pero no a cualquier precio. Así las cosas, doña Sofía tiene clara su actitud de cara a la próxima cita con doña Letizia, Leonor y Sofía. Se mantendrá a cierta distancia de sus nietas para no despertar la ira de su nuera. Si la reina no quiere que se fotografíe a sus hijas, allá ella, opina la reina emérita. A estas alturas, doña Letizia ya debería saber la importancia de las imágenes para la familia real. Y más en el caso de Leonor y Sofía, las niñas más desconocidas de las monarquías reinantes debido al deseo de su madre por preservarlas. Sin embargo, doña Sofía no piensa volver a mover ficha. Ella ya hizo lo que tuvo que hacer con sus hijos. Lo que haga su nuera con Leonor y Sofía es cosa suya.