Jaime Peñafiel es conocedor de muchos de los secretos de la familia real española. Coincidiendo con la llegada de la Semana Santa, el veterano periodista nos ha hecho partícipes de un secreto relacionado con estas fiestas que tiene como protagonistas al rey Felipe y a su esposa, doña Letizia. Entérate de la drástica decisión que se ha visto obligado a tomar el monarca en estas fechas.
Letizia o el antes y el después de la monarquía
> Tras varias relaciones fallidas, el entonces príncipe Felipe sorprendía a todos los españoles anunciando su compromiso. El heredero a la corona presentó a Letizia Ortiz, presentadora de los Informativos de TVE, como su futura esposa. Aunque parezca imposible, ambos habían mantenido la relación en la más absoluta intimidad hasta que no les quedó más remedio que exponerse ante los focos. Obviamente, el hecho de contraer matrimonio hacía que la asturiana se despidiera para siempre de su vida y empezara a formar parte de los actos que la monarquía lleva intrínseca.
La periodista sabía las renuncias que implicaba entrar a formar parte de los Borbones. Y aunque aceptó de buen agrado, decidió que había llegado la hora de renovar la monarquía. Así, desde su arrolladora entrada en la familia, Letizia demostró su fuerte carácter. Poco tardó en imponer sus normas, que se volvieron aún más férreas con el nacimiento de sus hijas. Tanto, que don Felipe se ha visto obligado a dejar de hacer ciertas cosas con el fin de agradar a su esposa. En este sentido, te revelamos un dato hasta ahora desconocido.
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Una reina fiel a sus convicciones
> La reina Letizia no solo ha apostado por adaptar la tradicional monarquía a nuestros tiempos. Ella ha impuesto su forma de ver la vida, sus gustos y aficiones. Una de las cosas que más llama la atención de la consorte es que intenta no trabajar los fines de semana. Salvo contadas excepciones, la Reina destina los sábados y los domingos al descanso personal. Días que aprovecha para hacer planes con sus hijas, con su grupo de amigas o para mantener viva la llama de su matrimonio con planes como cine y cenas románticas.
Además, la asturiana no accede a representar a la corona en actos con los que no está de acuerdo. Muestra de ello, su ausencia en los toros. Esta fiesta nunca ha contado con el beneplácito de Letizia. Ha sido invitada varias veces a distintos cosos y normalmente ha declinado. Tan solo ha pisado Las Ventas en cuatro ocasiones, cuando aún carecía del poder suficiente para decidir su propia agenda real. Pero hay algo importante que había pasado desapercibido hasta ahora. Sigue leyendo y entérate.
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Una escapada familiar llena de significado
> Don Felipe ha tenido que renunciar a muchas cosas durante su matrimonio. Él ha sido criado para dedicarse en cuerpo y alma al país al que representa. Sin embargo, la vida de Letizia ha sido completamente distinta y no está dispuesta a cruzar ciertos límites. Por contentarla, el Rey se ha visto obligado de despedirse de algunas cosas con las que él disfrutaba. Por ejemplo, aquellos veranos interminables en Palma de Mallorca o los encuentros con su adorada familia griega, por la que la Reina parece sentir cierta animadversión.
Lo que no sabíamos es que el jefe de Estado es aficionado a las procesiones de Semana Santa. Según ha relatado Jaime Peñafiel, periodista experto en Casa Real, Felipe guara muy buenos recuerdos de esta festividad. No es de extrañar, acudió alguna vez de pequeño con sus padres y sus hermanas a ver los pasos de Sevilla, una ciudad en la que se viven estos días de Pascua con especial fervor. Además, para la familia al completo era importante ver a la Virgen de la Macarena. Y es que, curiosamente, sus sayas estaban confeccionadas con parte del traje de novia que lució en su día doña María Mercedes, madre de don Juan Carlos.
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El desplante de Letizia a su marido
> Cuando los eméritos empezaron a refugiarse en Marivent durante los días de asueto, también asistieron a varias procesiones en la isla. Sin embargo, desde que Letizia empezó a formar parte de los Borbones, no se ha dejado ver en actos de este tipo. Ni en su Asturias natal, ni en Palma de Mallorca. Mucho menos en Andalucía. Poco le ha importado la ilusión que a su marido le hace viajar al sur y rendir homenaje, de algún modo, a su abuela querida.
Aunque Felipe puso todo de su parte para retomar la tradición de viajar a Sevilla en Semana Santa, sus intenciones se desvanecieron pronto. Recuerda Jaime Peñafiel que, en su primera Pascua como Rey, acudió a la capital hispalense emocionado, pero su esposa le dejó solo. Algo que generó un aluvión de críticas que ella quizá ni leyó. Porque Letizia cogió las maletas y se desplazó a un destino secreto con sus dos hijas. Consciente de que le costaría volver a repetir la escena, el jefe de Estado disfrutó a lo grande. A continuación, el testimonio de una persona con la que estuvo en aquella escapada.
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La gran implicación de Felipe con las tradiciones patrias
> Jaime Peñafiel ha compartido en la revista Pronto algunos datos curiosos de aquel último viaje que don Felipe hizo a Sevilla durante estos importantes días para la ciudad andaluza. El Rey contó allí con un anfitrión de excepción, Carlos Herrera. El periodista recuerda cómo el monarca le pidió conocer algunas costumbres en primera persona. «No fuimos a la hermandad del beso de Judas y le dije que le iban a pedir que tocara el martillo», recuerda. «¿Tocar el martillo? ¿Eso qué es? Me preguntó… Yo le expliqué que consistía en darle al llamador del paso y el me dijo que no había problema», añadía.
El padre de la modelo Rocío Cruset cuenta a su veterano compañero de profesión, Peñafiel, que don Felipe no solo tocó ahí el martillo sino que «cuando estaba contemplando el paso de la Cofradía de la Santa Genoveva, le invitaron a tocar el llamador del palio de la Virgen de las Mercedes». Además, desvela Herrera que el Rey se emocionó oyendo una saeta cantada por Manuel Cuevas.
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