La guerra entre Belén Esteban y Toño Sanchís no cesa. La primera utiliza su victoria en los tribunales para tergiversar otras realidades que evidencian su malogrado negocio. En concreto, la subasta de la casa de Toño se ha convertido en su peor pesadilla. Y, aunque Belén se empeña en explicar una realidad inexistente, Cotilleo.es publica los documentos judiciales que no dejan lugar a las dudas. Sin trampa ni cartón.
La victoria envenenada
> Belén Esteban se vanaglorió enérgicamente cuando la justicia le dio la razón. Se reconoció, sin ningún género de dudas, que su ex representante Toño Sanchís se había apropiado indebidamente de unas cantidades que no le pertenecían o que, al menos, no aparecían reflejadas en ningún contrato. Belén ganó la batalla principal y rentabilizó su drama económico realizando varias entrevistas televisivas y en prensa para demostrar que, en efecto, su versión coincidía con el dictamen del juez. La sentencia sirvió para confirmar que Toño no pudo acreditar, como pretendía, que las cantidades reclamadas respondían a un acuerdo privado mediante el que ella le abonaba el 30% por labores de representación.
Belén conseguía, entonces, embargar 50.000 euros de las cuentas de Toño y sacar a subasta la casa que el valenciano tiene en Madrid. Pero la colaboradora, que creía tenerlo todo controlado, se dio de bruces contra la realidad cuando descubrió que la primera pujante se retiraba de la subasta dejándola a ella como nueva propietaria. Tal ha sido el descalabro que, en las últimas semanas Belén ha mentido. Ha falseado la realidad en cuanto a la situación actual de la casa de Toño Sanchís. Y Cotilleo.es publica, en exclusiva, los documentos que lo prueban.
Belén sí está notificada
> Tal y como obra en la documentación que publica en exclusiva Cotilleo.es, Belén Esteban y Toño Sanchís fueron debidamente notificados el 29 de marzo de 2019 acerca del resultado de la subasta y las novedades importantes acaecidas tras la misma. En concreto, en la sentencia provisional a la que hemos tenido acceso, se dicta que, tal y como se ha explicado, «el 21 de noviembre de 2018 se convocó la subasta del inmueble reseñado, cerrándose la misma con fecha 18 de febrero de 2019, alcanzándose como mejor postura la de 376.000 euros ofrecidos por (…) quien presentó escrito manifestando su intención de no satisfacer el resto del precio de remate».
La carta, notificada también a ambas partes, significaba la renuncia clara de la primera pujante dejando a Belén Esteban como nueva propietaria de la misma: «En la misma subasta por Belén Esteban Menéndez se ofreció la cantidad de 375.000 euros (…) reteniéndole la cantidad consignada para tomar parte en el acto para que (…) se aprobara el remate a su favor».
Así pues, en la parte dispositiva del auto (que podrás leer en la siguiente página) se establece que Belén Esteban no solo es propietaria de la casa, sino que ya se le ha retenido parte del dinero.
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Podría registrar la casa
> El auto al que ha tenido acceso en exclusiva Cotilleo.es, finaliza con la parte dispositiva en la que se aprueba la subasta a favor de Belén Esteban «por la cantidad de 375.000 euros de la vivienda situada en Villanueva del Pardillo, haciéndose constar que el importe del remate (subasta) es inferior a las responsabilidades reclamadas en concepto del principal». Así mismo, y en contra de lo explicado por Belén Esteban, el 29 de marzo de 2019 se le notificó.
Así lo establece la sentencia: «Firme que sea esta resolución, expídase y entréguese al rematante un testimonio de la misma que le servirá de título bastante para la inscripción en el Registro de la Propiedad de Algete y liquidación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados». Es decir, que Belén Esteban podría haber registrado, incluso, la vivienda como suya.
Además, la sentencia recoge que se le han retenido los 12.000 euros que Belén tuvo que aportar para poder pujar en la subasta y no se le devolverán. También ha corrido la misma suerte la cantidad depositada por la primera pujante. Pero, ¿por qué Belén Esteban ha decidido mentir? Fuentes consultadas insisten a Cotilleo.es que la operación ha sido un total desastre, un verdadero fracaso.
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Un negocio erróneo
> A pesar de que Belén Esteban sostenga que quedarse con la casa de Toño Sanchís es un negocio redondo, fuentes judiciales consultadas insisten a Cotilleo.es en la torpeza acometida por la representación legal de la colaboradora. La vivienda tiene como carga principal una hipoteca de 266.000 euros que se deben descontar de los 375.000 euros por los que ha pujado Belén Esteban. Así las cosas, se quedarían 109.000 euros de los que cabe descontar las tributaciones fiscales que Belén debe liquidar en concepto de los ejercicios reclamados. Los gestores consultados por Cotilleo.es insisten en que la cantidad a liquidar podría superar los 35.000 euros, por lo que Belén finalmente se quedaría con 74.000 euros, lejos de la cifra de 580.000 euros que Toño le adeuda en este preciso momento.
Fuentes del sector inmobiliario aseguran a Cotilleo.es que la vivienda de Toño, que fue adquirida en plena burbuja por 600.000 euros, no podrá venderse por más de 450.000 euros y nunca en menos de 18 meses. Viviendas de similares características y con piscina (que Toño no tiene) no alcanzan en la zona los 580.000 euros. Tal vez por eso Belén debería haber aceptado el acuerdo que Sanchís le ofreció y que desvelamos, en exclusiva, en Cotilleo.es.
El acuerdo que desoyó
> Toño Sanchís no se negó a pagar. Hubo un tiempo en el que, asesorado por sus abogados, tendió la mano para acercar posturas con su ex representada. Según ha podido comprobar Cotilleo.es, el empresario ofreció 400.000 euros. Los mismos se pagarían de la siguiente manera: 200.000 euros al contado, 50.000 que ya se le habían embargado de sus cuentas corrientes y el monto restante, 150.000, de forma fraccionada. La respuesta de Belén y sus abogados fue rotunda: no querían llegar a ningún acuerdo, querían quedarse con la casa de Toño y dejarle en la calle junto a su familia.
Sin embargo, está claro que visto el descalabro que ha supuesto la subasta, Belén Esteban debería haber pactado y haber resuelto el conflicto de la manera más fácil. Ya lo dice el refranero español: mejor un mal acuerdo que un buen pleito.