Letizia Ortiz no se mueve ni un ápice de su forma de ser. Ha entrado en la monarquía pero la monarquía no ha entrado en ella. Sigue sin dar prioridad a lo institucional y priman las rencillas personales antes que la corona. El asunto es muy complicado y don Felipe se encuentra en la espada y la pared. La reina se está equivocando en su afán de venganza contra don Juan Carlos y doña Sofía. Su último movimiento puede poner en jaque al rey. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Letizia arde en la hoguera de las vanidades
> Letizia Ortiz no gustó a su llegada a Zarzuela y sigue sin gustar. Fue pisar palacio y dejar claras sus intenciones. Don Juan Carlos y doña Sofía siguen sin recuperarse de la primera impresión que les causó la periodista. Don Felipe intentó animarles explicando que se amoldaría a su nueva vida. Manifestó que ese era su deseo. Sin embargo, los reyes sabían que eso no iba a ocurrir. Aunque, sin duda, jamás creyeron que fuera a presentar tanta oposición al término Real.
Lo cierto es que doña Letizia disfruta llevando la contraria. Cuanto más incómodo está su interlocutor, mejor. Al menos en lo que se refiere a una situación que no es de su agrado. Entonces, saca toda la artillería de tal forma que quien tiene delante es imposible que no se entere de lo que sucede. Se lo hace a cualquiera, hasta a su propio marido. Ocurrió durante un acto en el que el rey leía un discurso. La reina, muy molesta por algo sucedido en la intimidad, estuvo jugando con su teléfono móvil durante el rato que duró el parlamento de don Felipe.
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Así se vengará Letizia de sus suegros
> Los abogados de Corinna han hecho llegar a los medios el deseo de su representada de reunirse con doña Letizia. Al parecer, la amiga entrañable del rey emérito lleva tiempo intentado ser escuchada en Zarzuela. Lógicamente, en palacio hacen lo que pueden para librarse de la patata caliente. El problema es que la reina tiene deseos de escuchar a Corinna. En su ánimo está conocer de primera mano los secretos de su suegro.
Sin duda, si Letizia se encuentra con Corinna hará jaque mate a don Juan Carlos y doña Sofía. La reunión no se mantendrá en privado. Recordemos que son varias las personas que conocen a la reina que aseguran que cuando quiere, hace llegar el mensaje. Entre otros, su primo, David Rocasolano. Sin duda, de llevar a cabo su propósito, doña Letizia humillaría una vez más a sus suegros. Especialmente, a doña Sofía, que ya no puede más con la hostilidad de su nuera.
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Lo primero no es la Corona para la reina
> Que lo primero no es la Corona para la reina ha quedado bastante claro en varias ocasiones. Pero, por si quedaba alguna duda en el aire, doña Letizia se ha encargado de recalcarlo. Ciertamente, lo sucedido hace unos días es digno de mención por insólito. Y es que a la reina no se le ocurrió otra que repetir el look que llevó el día que intentó boicotear a doña Sofía con su estrategia favorita, interponiéndose entre ella y sus hijas.
Por más que se diga, esto no se trata de un hecho que pueda achacarse a la casualidad o al despiste. Doña Letizia cuenta con personas encargadas de su vestuario y cada prenda lleva la correspondiente información sobre el cómo, el cuándo y el dónde fue utilizada. Y es aquí donde puede afirmarse que su intención era la de enviar un mensaje clarísimo acerca de que doña Sofía no es santo de su devoción.
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La familia real teme a Letizia
> El hecho de que doña Letizia tenga tanta influencia sobre don Felipe es algo que ocupa y preocupa. Los primeros que fueron apartados del círculo real, los amigos de juventud del rey. Después llegaría el turno de los familiares. Así las cosas, hasta puede llegar a entenderse que don Juan Carlos aconsejara a su hijo que se separara durante la gran crisis matrimonial de los reyes que muchos creyeron acabaría en divorcio.
Ciertamente, doña Sofía sabe que en su nuera tiene a una enemiga. Doña Letizia no consigue superar la sombra de su suegra. El hecho de que sea tan querida es algo que le puede. Pasan los años pero la reina sigue siendo tan desconocida como el primer día. Así las cosas, don Felipe no puede prescindir de su madre y se rumorea que en nada volverá a dar hueco en la agenda real a la infanta Elena.