Doña Sofía creía que ya nada podría sorprenderle en relación a don Juan Carlos. Sin embargo, el rey emérito es protagonista de un escándalo que remueve los cimientos de palacio. La familia real está en la picota por culpa de un hecho sin precedentes. El pasado siempre vuelve y es lo que están experimentando en el clan Borbón en carne propia. Sin duda, estamos ante uno de los terremotos que más gravemente afecta a Casa Real. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Don Juan Carlos, una vida a golpe de escándalo
> Don Juan Carlos ha tenido una vida peculiar. De pequeño, fue el objeto que su padre y Franco se echaban a la cabeza. En este ambiente creció el rey. Muy pronto descubrió su pasión por las mujeres. A los quince años dio el pistoletazo de salida a una vida íntima de lo más plena. Su don de gentes y labia hizo que muchas jóvenes cayeran rendidas a sus pies. También ayudaban sus orígenes reales. Don Juan de Borbón le aconsejó que hiciera lo que quisiera hasta que le tocara llevar a cabo lo que debiera.
Llegado el momento, el rey emérito cumplió con lo pactado. Tocaba encontrar a la candidata ideal para casarse y tener hijos. Ambas cosas eran imprescindibles para dar continuidad a la monarquía. Y entonces descubrió a la princesa griega. Ella era la ideal. Sin pasado, guapa, hija de reyes y dócil. Doña Sofía fue criada sobre la base de que lo más importante era la Corona. No había nada que pasara por encima de ella.
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La gran humillación de Juan Carlos a Sofía
Doña Sofía atraviesa una profunda crisis desde que conociera que un hombre, que lleva años reclamando la paternidad a don Juan Carlos, ha escrito un libro. En el mismo cuenta todas las circunstancias que rodearon a su nacimiento y posterior crianza. Es su última carta para que el mundo conozca su historia dado que no existe vía legal para que pueda reclamar la paternidad a don Juan Carlos.
Albert Solà da su testimonio en El monarca de la Bisbal (Ediciones B) Así empieza su relato: “Creo que mi padre es Juan Carlos I. Y no solo lo creo por mi parecido físico con él, algo obvio, sino porque esta es la conclusión a la que he llegado tras años de investigaciones y preguntas sobre mi identidad”. Albert ha realizado una exhaustiva investigación durante años, con prueba de paternidad incluida. La misma arrojó un ADN coincidente con don Juan Carlos que no deja lugar a dudas.
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La familia real, en la picota
> La noticia del libro ha caído como una bomba en Casa Real. Doña Sofía está en sobrepasada por la situación y ha tocado fondo. En cuanto a sus hijos, tampoco lo llevan bien. Durante años, han visto como la relación de sus padres se deterioraba pero estaban convencidos de que siempre estarían juntos porque el rey siempre volvía a casa. No fue hasta que apareció Corinna que Elena, Cristina y Felipe tomaron conciencia de que las amigas especiales de su padre no tenían carácter esporádico. La rubia amenazó gravemente a la familia al encandilar al rey.
Así se expresa Albert Solà sobre don Juan Carlos y don Felipe: “El presente libro intenta explicar este recorrido. Y no pretende ser una crítica a Juan Carlos o a la monarquía española. Juan Carlos, como todos los padres, tiene sus claroscuros. Tampoco pretende ser una crítica al rey Felipe VI. Somos hermanos por parte de padre, pero nos han educado de forma distinta. Y aunque yo soy el hermano mayor, nunca he tenido ni tendré pretensiones de ocupar ningún puesto en la monarquía española. No fui educado para ello, y además renuncié a cualquier aspiración a la Corona”.
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Letizia se relame ante el escándalo de su suegro
> Mientras doña Sofía, don Felipe y las infantas están preocupadas por la repercusión del testimonio de Albert, doña Letizia está feliz. No en vano ella y el rey no se tragan. En privado, ni se saludan. Don Juan Carlos nunca ha ocultado su oposición a la periodista. La conoció y no le gustó su carácter. Sabía que no se ajustaría al papel de reina consorte y que querría meter cucharada en decisiones que solo corresponden al rey.
Si cuando saltó el escándalo de las grabaciones de Corinna, doña Letizia se alegró, tres cuartos de lo mismo ha pasado ahora. Lo cierto es que la reina no ha conseguido inocularse el gen de la monarquía. Por tanto, sus filias y fobias priman sobre la Corona. Esto hace que en Zarzuela no se descarte que acabe reuniéndose con Corinna para tener acceso a esa información tan comprometida que tiene la rubia sobre don Juan Carlos.