Mucho lleva aguantado doña Sofía desde que se casó con don Juan Carlos. Las humillaciones públicas han ido en aumento a lo largo de los años. El rey no ha dudado en expresar públicamente que no soporta a su mujer y que no le obliguen a compartir con ella viajes largos. La situación ha alcanzado su punto álgido con un episodio en el que la reina tuvo que pedir ayuda a sus guardaespaldas ante el comportamiento inapropiado de don Juan Carlos. Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
Los reyes no se dirigen la palabra
> Doña Sofía ha tenido que aguantar carros y carretas. Descubrió la verdad sobre el hombre con quien se había casado en la luna de miel. A su regreso, empezaron a sonar rumores de que la pareja no se llevaba bien. Incluso el gobierno griego preguntó qué pasaría con la dote de la princesa en caso de separación. Don Juan Carlos y doña Sofía hicieron un esfuerzo por seguir juntos. Después llegarían los hijos y se produciría el hecho que marcó su final como pareja, dormir en habitaciones separadas.
Hace años que don Juan Carlos y doña Sofía no se hablan. De hecho, en público, hacen el paripé. Vamos, como que hablan pero solo mueven los labios o dicen palabras sin sentido para que creamos que mantienen comunicación. Todo esto ha hecho que la reina haya necesitado ayuda psicológica. La depresión y el hundimiento han aparecido varias veces en su vida. Tampoco el rey ha escapado a la tristeza. Sobre todo, cuando se vio obligado a renunciar a Corinna. Pasó meses en soledad donde los suyos no le dirigían la palabra. Se sentía prisionero en su propia casa.
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Sofía pide ayuda ante el comportamiento de Juan Carlos
> Lo cierto es que se han producido situaciones que han llegado a inquietar doña Sofía. Según explica Ana Romero en Final de partida (La Esfera) los reyes habían ido a recibir al papa Benedicto XVI: “Sobre la alfombra roja, don Juan Carlos hizo moverse a la reina y colocarse lejos del papa, de modo que él pudiera caminar a la derecha de Benedicto XVI”.
Así continúa la historia: “También aquí hubo un intercambio desagradable entre ellos (Juan Carlos y Sofía) a pesar de estar en presencia del santo padre. La reina llegó a mirar hacia los hombres de gris como pidiendo ayuda por el comportamiento incomprensible del monarca”. Sin duda, demoledor.
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Relacionan a doña Sofía con una web de contactos
> Don Juan Carlos pasará a la historia, entre otras cosas, por su afición a las amigas especiales. Siendo muy joven, fueron varias las señoritas que se presentaron en diferentes cuarteles explicando que esperaban un hijo del príncipe Juanito. Ya casado, la lista de amantes es muy amplia. Alguien cifró en 5000 las mujeres que habían pasado por sus brazos.
Tanta cana al aire ha perjudicado a nivel anímico a la reina y también le ha provocado una serie de humillaciones públicas. En 2012, la reina tuvo un shock cuando descubrió que un portal especializado en contactos sexuales adúlteros utilizaba su imagen como reclamo. Doña Sofía se reunió con su abogado para pedirle que interpusiera las medidas legales oportunas.
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El rey pidió matrimonio a su amante
> Don Juan Carlos perdió la cabeza por Corinna. Cierto es que también le fue infiel pero ella era muy importante para él. El principio del fin de esta historia se empezó a escribir tras el episodio de Botsuana. El rey, cual cruzado, llegó a Madrid hecho unos zorros. Cuando la noticia se destapó, saltó el escándalo. Doña Sofía tardó dos días en ir a verle al hospital. Estaba en Grecia con sus hermanos y no le dio la gana de adelantar el viaje. El encuentro que mantuvieron en la habitación del hospital fue uno de los más duros que se recuerdan.
Al rey no le valió la pena apostar por Corinna. Según explica Ana Romero en Final de Partida, ella también le falló al rechazar la oferta de matrimonio que don Juan Carlos le hizo en el verano de 2013. ¿Sus motivos? “porque no creía conveniente para ella casarse en terceras nupcias con un ex rey septuagenario en cuyo país no sería bien recibida con su altera real Corinna de Borbón”.
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