Parecía que nada podía ir peor, pero nos equivocábamos. María Teresa Campos lo está pasando muy mal. A sus múltiples problemas se suma ahora el disgusto que le ha producido comprobar en primera persona el cuestionable comportamiento del grupo de amigos de Terelu. Algo que ni ella ni su hija pequeña esperaban.
El inicio de una nueva etapa
> A pesar de que su apellido es conocido por todos, ella siempre se ha mantenido en un segundo plano. Carmen Borrego lleva media vida trabajando en el mundo de la comunicación. Eso sí, a diferencia de su madre y su hermana, decidió desde un principio que no quería exponerse al público. Así, optó por quedarse detrás de las cámaras y ejercer de directora de espacios tan exitosos como Día a día o programas de máxima audiencia emitidos por el canal autonómico de Castilla La Mancha.
Pero este anonimato quedó atrás cuando en verano de 2016 aceptó protagonizar con su familia el reality de Las Campos. Este divertido espacio la catapultó a la fama. La gente se empezó a interesar por su vida y ella poco a poco le fue cogiendo gusto a eso de aparecer en pantalla. En un corto periodo de tiempo pasó a ser el miembro más buscado del clan. Desbancó a Terelu y María Teresa en cuestión de días. Sin embargo, y aunque parecía estar encantada con todo esto, ahora ha recibido un inesperado mazazo que ha hecho que se desencante de todo. Te lo detallamos en la página siguiente.
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La crueldad de Sálvame con Carmen Borrego
> Dicen que en los momentos difíciles es cuando se descubre realmente quién es tu amigo de verdad. Así, tras su reciente operación estética, Carmen Borrego asegura haber sufrido un enorme desengaño. Lleva muchos años teniendo contacto con los colaboradores de Sálvame. Con muchos de ellos, además, ha tenido trato fuera de la televisión ya que forman parte del círculo íntimo de su hermana mayor, Terelu. Es por eso que la hija pequeña de María Teresa Campos se siente especialmente dolida por la desidia de estos televisivos rostros.
«He echado de menos un mensaje de mis compañeros preguntádome cómo estoy. Porque nadie lo ha hecho, solo mis jefes. «Me duele. Son una piña y yo soy la última que he llegado. Sé que cuesta y que no soy tan amiga. Cada vez que le pasa algo a Lydia Lozano yo estoy, por eso me ha dolido que no me preguntara cómo estoy. No lo digo a malas, lo digo con dolor, creo que no les importo absolutamente nada», explicaba muy sincera en una entrevista concedida a Lecturas. En este desengaño, ademas, hay inesperadas víctimas colaterales. Entérate a continuación.
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Una misma broma y diferentes reacciones
> Comprobar cómo gente a la que aprecias te da la espalda en un momento malo nunca es algo agradable. Es una mujer optimista que no está dispuesta a que nada ni nadie arruine su momento. Carmen Borrego intenta relativizar y no hacer leña del árbol caído. En la citada publicación desvela incluso que estando convaleciente hay cosas que le han resultado divertidas. No se ha tomado a mal que los compañeros de Sálvame la llamaran pez globo o que se burlaran de las fotos que le hicieron al abandonar el hospital.
«He aprendido a relativizar, antes me hubiese puesto a llorar. Mi familia y mis amigos se sorprendían con lo que decían de mí, pero les dije que no iba a hacer un drama. De hecho, Kiko Hernández me sacó una sonrisa cuando le vi imitándome con mi venda. No puedes tomarte todo a la tremenda», aseguraba Carmen. Pero su madre no opina lo mismo. Descubre en la siguiente página la reacción de la veterana comunicadora.
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El cúmulo de disgustos de María Teresa Campos
> Los disgustos de María Teresa Campos se multiplican. Para ella no ha sido fácil asimilar que su vinculación con Mediaset ha finalizado después de dos décadas al pie del cañón. Es una mujer inquieta y, tras superar sus baches de salud, ve la jubilación como algo lejano. También ha sido un jarro de agua fría ver que su línea de zapatos ha sido un fracaso. Pero si algo le duele de verdad a la presentadora es que sus hijas sufran.
Es por eso que no le ha sentado nada bien que Carmen sea objeto de burlas por parte de los que hasta ahora eran sus compañeros de cadena. Y aunque Borrego intenta quitar hierro al asunto, dice que entiende el enfado de su progenitora. «Si hacen con mi hija las burlas que han hecho conmigo, yo no me río, así que entiendo a mi madre», decía. La matriarca de las Campos no entiende este comportamiento de los colaboradores. Para empezar, porque su pequeña siempre se ha portado bien con ellos. Además, le parece que de esta manera faltan también el respeto a Terelu, que a muchos de ellos los trata como si fueran su propia familia.
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La preocupante situación de Terelu
> Los sentimientos de María Teresa Campos son encontrados al ver cómo sus hijas se encuentran en lados opuestos de la balanza. Por un lado, Carmen está radiante. Todo el cambio al que se ha sometido en los últimos meses ha hecho que dé su mejor versión y que tenga constantemente ganas de comerse el mundo. Se siente bien consigo misma y eso lo traslada al exterior. «Me quiero mucho más ahora, He bajado tres tallas», presumía orgullosa de su nuevo físico.
Sin embargo, y aunque la Campos está muy feliz con esta transformación, también le duele ver el bache que atraviesa su primogénita. Terelu está en horas bajas. Haber salido airosa del cáncer es motivo de júbilo, pero esta recaída en la enfermedad la ha hundido. La doble mastectomía a la que se ha sometido ha generado en ella una gran inseguridad. No se quiere a sí misma e incluso ha tirado la toalla en el amor porque cree que nadie la puede querer así.
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