La historia de don Juan Carlos y doña Sofía ha estado marcada por las desavenencias. La reina ha sufrido muchísimo. De muchas maneras ha intentado reconquistar a su marido. Sin embargo, el rey puso un muro entre ambos contra el que se estalló su esposa en innumerables ocasiones. Hay un doloroso episodio que marcó un antes y un después en doña Sofía. Fue un día en que don Juan Carlos llegó muy lejos en su afán por librarse de su mujer. ¿Qué ocurrió? Te lo contamos todo a continuación.
Doña Sofía, matrimonio y dolor
> Doña Sofía no solo ha tenido que lidiar con los desplantes de su marido, también su familia política le ha obsequiado con feos de los que difícilmente se olvidan. A la cabeza, don Juan de Borbón, que en esa pugna eterna que mantenía con su hijo se llevó por delante a su nuera. Especialmente doloroso fue el ninguneo que el conde de Barcelona regaló a don Juan Carlos y doña Sofía en las bodas de sus hijas. Aunque, sin duda, uno de los momentos más duros para la reina ocurrió cuando prohibieran que su madre, la reina Federica, estuviera presente en la jura de don Juan Carlos como rey de España. Aquello destrozó a doña Sofía, que mantenía un fuerte vínculo con su madre.
No es casualidad que doña Sofía no hay querido damas de compañía. Algunas de las nobles del país no han dudado en relacionarse íntimamente con don Juan Carlos. La reina ha tenido conocimiento de algunos de estos encuentros y se ha sentido muy dolida. Aparte del cargo, el rey tenía otros poderes de persuasión, como ayudar en tiempos difíciles. La lista de amigas especiales de la nobleza es tan alargada como la de las famosas. De hecho, se le ha apodado como El Rey de las cinco mil amantes.
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Don Juan Carlos hirió de muerte a doña Sofía
> 1992 fue un año determinante para don Juan Carlos y doña Sofía. El rey perdió toda compostura cuando decidió acompañar a Marta Gayá a Suiza. Al parecer, la dama iba a someterse a una intervención. El problema es que había que firmar un decreto y no había manera de localizar a don Juan Carlos. El asunto trascendió y, por primera vez, la prensa rompió la urna que había instalado alrededor de Zarzuela. Se intentó de todas las formas posibles que el rey recondujera su conducta. Sin embargo, él se proclamaba “Más feliz que nunca” afirmando que no iba a renunciar a Marta.
Tan fuerte era su enganche en ese momento a Gayá que manifestó su firme deseo de divorciarse. Aquello cayó como una bomba en palacio. Aunque se intentó evitar, doña Sofía acabó enterándose de los planes de su marido. Ambos mantuvieron una conversación donde él fue muy cruel y le dijo: “No te quiero. Vete a Londres a vivir”. La reina se vino abajo y no paraba de llorar. Aun así, echó mano de esa táctica escapista que practica y sacó fuerzas de flaqueza para cumplir con su obligación.
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Doña Sofía planta cara a Juan Carlos
> El dolor puede llegar a crear una coraza para no sufrir más. Parece que eso fue lo que le ocurrió a doña Sofía. Llegó un momento en que consiguió desligarse de su marido. Se acabó esa obsesión por conocer todos sus movimientos. Mientras tanto, don Juan Carlos volvió a manifestar nuevamente sus ganas de divorcio. Eso dio lugar a otra pelea matrimonial donde él dijo: “Te odio”. Y así respondió ella: “Ódiame, pero jódete porque no te puedes divorciar”. Lo curioso del asunto es que cuando alguien cercano ha preguntado a don Juan Carlos sobre sus intenciones de separación, él ha respondido: ¡Pero cómo me voy a separar de la madre de mis hijos! ¡Qué locura!”.
El mal comportamiento de don Juan Carlos con su esposa ha llevado a algunos amigos a aconsejarle algún cambio en la relación. Le sugirieron que no fuera tan brusco y que tuviera algún detalle con ella en público, como darle el brazo o cogerle la mano. No hay que olvidar que doña Sofía necesitó ayuda psicológica para poder sobrellevar la pesada losa matrimonial. Sin duda, la suya ha sido la historia de un terrible desamor.
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Los reyes firman un insólito documento
> El año en que los reyes vivieron peligrosamente fue 1992. Es ahí cuando los más allegados a ellos se temen lo peor. En Italia publican en portada que pronto se anunciará un divorcio real en España. Aseguran que el comunicado ya está escrito y que solo falta encontrar la fecha idónea para echarlo a rodar. Hubo quien quitó credibilidad al asunto arguyendo que Oggi es un medio sensacionalista. Sin embargo, la noticia tenía gran parte de verdad.
Que don Juan Carlos quería separarse, cierto, pero que no podía hacerlo, también cierto. Lo que sí está claro es que el rey manifestó su deseo con gran vehemencia y alguien se fue de la lengua, y así la noticia llegó a los medios. En ese convulso 1992, alguien muy cercano sugirió a los reyes un arreglo. La imposibilidad de divorciarse obligaba a don Juan Carlos y doña Sofía a alcanzar un pacto para que la cosa fuera más llevadera. El resultado fue un documento, firmado por ambos, donde se recogían premisas de la vida marital que debían cumplir ambos cónyuges.