Mientras que impone a sus hijas unas férreas normas que no osan saltarse, la reina Letizia se siente cada vez más frustrada. Ve impotente que no puede controlar el comportamiento de todas las personas a las que tiene cerca. Especialmente difícil está siendo para ella hacer frente a la alocada juventud de sus sobrinos. La última que acaba de sumarse a su particular cruzada ha sido Victoria Federica. Te damos todos los detalles.
Una relación idílica que se ha transformado
> Hay que remontarse a 2003 para situarse en el primer contacto de Letizia con su familia política. Fue poco antes de su compromiso con el entonces príncipe Felipe cuando conoció personalmente a los Reyes, a las infantas Cristina y Elena… Ambas partes quisieron dejar de lado los prejuicios pero la realidad es que las las cosas nunca fluyeron con naturalidad. Tanto el perfil de la periodista como su pasado no es lo que don Juan Carlos y doña Sofía querían para su hijo. Además, el fuerte carácter de la presentadora de los Informativos les hizo presagiar que traería un sinfín de problemas como así ha sido.
Con quien sí conectó rápido doña Letizia fue con Victoria Federica. Por aquel entonces la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar solo tenía tres años, pero se encariñó del nuevo miembro de su familia. A la asturiana le pasó lo mismo. Era la única persona del entorno de Felipe que no la juzgaba. La miraba con la inocencia propia de cualquier niño, algo que logró conquistarla enseguida. Desde entonces, la actual reina se ha deshecho en gestos de cariño con Vic, como la llaman en casa, siempre que han estado juntas. Incluso le ha dado a la joven algunas prendas de su deseado armario. Contra todo pronóstico, esa armonía se ha roto y a continuación te contamos los motivos.
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La fiesta más polémica de Victoria Federica
> A pesar de que el protagonista de todos los escándalos suele ser el díscolo de Froilán, parece que ahora el joven prefiere mantenerse en segundo plano. Ha cedido todo el protagonismo a su hermana pequeña. Victoria Federica pasó por alto los pasos a seguir en estos casos. Sin pedir permiso alguno a Zarzuela, acudió el pasado fin de semana al Teatro Barceló. A la antigua discoteca Pachá no fue a divertirse como cualquier otro fin de semana. Su visita allí fue solo para apoyar públicamente al partido político del que es seguidora: Vox.
Allí, con el himno de España como banda sonora y con la rojigualda adornando por completo el local, Victoria Federica brindó por el segundo aniversario de esta formación política que aspira a ganar las próximas elecciones generales. Además de coincidir en la discoteca de Pedro Trapote con otros cachorros de la jet set como Almudena Lapique, Iria Fernández Tapias o Loti Suárez, la sobrina mayor de Felipe VI pudo conocer a Santiago Abascal, el líder del partido que ella venera. Pero esta fiesta es solo la gota que colma el vaso, entérate del resto de cosas.
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Un capricho que puedo acabar en desgracia
> Este apoyo público a un partido ha enfadado mucho a sus tíos. Además, las aguas estaban ya revueltas. Y no solo porque escasos días antes les molestó que Froilán asistiera a la manifestación convocada por PP, Ciudadanos y Vox sin la autorización necesaria de Zarzuela. Por todos es sabido que a Letizia no le gusta nada la tauromaquia. De hecho no ha asistido a ninguna corrida. Respeta que a su sobrina sí le llame la atención ese mundo, pero considera que la joven está traspasando todos los límites.
Victoria Federica está cada vez más unida a Gonzalo Caballero. Juntos comparten multitud de planes típicos de cualquier pareja de su edad. Tan integrada está en el círculo del diestro que incluso se sumaba recientemente a su plan de pasar un fin de semana en el campo. Gracias a esta escapada descubrimos que la nieta de los eméritos se atreve a coger el capote y ponerse frente a las vaquillas. Y es precisamente un vídeo de ella toreando lo que se ha hecho viral. Especialmente llamativo es el final, donde se ve cómo es embestida. Unas imágenes que han llenado de cólera a Letizia tal y como te explicamos en la siguiente página.
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La conversión de niña modelo a joven díscola
> Por todos es sabido que Froilán ha sido desde niño un mal estudiante. Contrarrestando la balanza, su hermana, una alumna ejemplar cuyo brillante camino se ha torcido en los últimos meses. El pasado mes de septiembre Victoria Federica debería haberse matriculado en la universidad para completar su formación académica. Sin embargo, ni siquiera pudo presentarse a Selectividad. Ahora se ha sabido que va un curso por detrás de lo previsto. Tras estar en un internado inglés y en el colegio británico St. George, repitió primero de Bachillerato y se cambió al colegio Santa María del Valle.
Aquella joven aplicada y responsable es ya cosa del pasado. Es cierto que sigue siendo una chica noble y simpática, pero la rebeldía se ha apoderado de ella. Victoria Federica ha dejado de lado la equitación, deporte que practicaba con asiduidad, el ballet y también la música clásica. Ahora lo que más le gusta es salir de fiesta, hacer planes con su grupo de amigos… También se siente muy atraída por la moda, algo heredado de su padre. De hecho, ha sido Jaime de Marichalar quien le ha regalado a su hija algunas de las piezas más valiosas de su vestidor como unos zapatos de Manolo Blahnik y el bolso mas icónico de Chanel.
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Letizia, la rebelde que odia que lo sean
> Letizia está muy nerviosa por los derroteros que toman Froilán y Victoria Federica, se teme lo peor y los últimos escándalos que han protagonizado la han llevado incluso a discutir con la madre de los jóvenes, doña Elena. Por si esto fuera poco, la reina también está furiosa el comportamiento de su sobrina. Carla Vigo Ortiz tiene muchas salidas de tono que enfurecen a su tía. Con solo 18 años, la única hija de la desaparecida Érika Ortiz no está dispuesta a que nadie le ponga límites.
La joven se comporta como cualquier persona de su edad y usa las redes sociales como su manera de comunicarse con el mundo. Así, expone en ellas todo lo que siente y piensa. Algo que doña Letizia no soporta. Maniática y controladora hasta el extremo, no quiere que los medios tengan información alguna acerca de su primera sobrina. Sin embargo, ve cada vez más enfurecida como Carla hace caso omiso de las advertencias. Además, cuenta con todo el apoyo de su padre, Antonio Vigo, que no soporta la continua intromisión de la que fuera su cuñada.
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