Sorpresa causó el anuncio del compromiso matrimonial entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar. La pareja consiguió pasar bastante desapercibida durante su noviazgo. El matrimonio pasó por diversas etapas. En la más mediática, les apodaron Los duques de Lujo. Después llegaría la enfermedad de Jaime y la separación. De estar en todos los saraos, Marichalar pasó al ostracismo por expreso deseo de la su ex mujer. ¿Qué ocurrió para llegar a ese punto? Te lo contamos todo a continuación.
Elena, una mujer difícil
> No fue fácil para la infanta Elena conseguir que don Juan Carlos y doña Sofía aceptaran a su novio. Los reyes tenían reticencias hacia Jaime de Marichalar. No veían claras sus intenciones. Les pareció extraño el empeño que puso en conquistar a su hija. La verdad es que se ganó a la infanta a pico y pala. Ella no mostró interés en él hasta pasado un tiempo. El hijo de los condes de Ripalda consiguió su propósito y los reyes dieron su bendición a la unión.
En un principio, la infanta se mostró muy unida a los Marichalar. Se desplazaba a Soria para pasar las fechas señaladas y era muy apreciada en la familia. Incluso llegó a estar presente durante la presentación a los medios de una de las aventuras deportivas de su cuñado, Álvaro. Poco a poco, el cordón se fue rompiendo. Elena no es una mujer fácil y perdió interés en lo referente a su familia política.
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El malestar de los Marichalar con Elena
> Cuando se anunció el cese temporal de la convivencia entre Jaime y Elena, los Marichalar se mostraron muy molestos con el trato dispensado a Jaime. Especialmente dolida estaba la condesa viuda de Ripalda, suegra de la infanta. No le gustó nada la forma en que borraron a su hijo de la foto. Como si nunca hubiera formado parte de ella. Además, se le cerraron muchas puertas a nivel social y laboral.
Jaime cayó en desgracia, y los que ayer le apoyaban, acabaron dándole la espalda. Y encima no podía expresarse libremente porque así lo exigió Elena en las capitulaciones matrimoniales que rubricó. Marichalar sufrió mucho en privado, pues no entendía por qué su ex mujer se comportaba así. En este sentido, la infanta actuó de forma expeditiva. Dejó claro que el padre de sus hijos ya no significaba nada en su vida y que prefería tenerlo lejos. El mensaje fue captado y el ex duque cayó en desgracia.
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Así se coció el divorcio de Jaime y Elena
> Jaime y Elena pasaron por diversas épocas como pareja. En los inicios de su matrimonio, la infanta observó un cambio de imagen que fue muy alabado. Sin embargo, el mismo llevaba un regalo envenenado. La pareja empezó a recibir el sobrenombre de Los duques de Lujo. En aquellos días, la infanta se quejaba de que no podía ponerse en zapatillas ni en casa porque a Marichalar le gustaba verla siempre arreglada.
Parecía que Jaime era el yerno favorito de doña Sofía. Sin embargo, aunque era un buen candidato, dado que tenía una conversación fluida que gustaba a la reina, existían muchos recelos. La madre de la infanta se enteró de ciertos comentarios que Marichalar hacía sobre su hijo y se molestó. Lo mismo le ocurrió a Elena, que puso el grito en el cielo cuando supo de las fabulaciones de su marido a propósito de Froilán. Hasta había llegado a imaginar que su hijo podría suceder a don Juan Carlos dado el vaivén de la vida privada de don Felipe.
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A Elena se le cayó la venda de los ojos
> El ictus que sufrió Jaime en diciembre de 2001 marcó un antes y un después en su matrimonio. En ese momento, la infanta Elena estuvo al lado de su marido. Poco a poco fue descubriendo ciertos aspectos de su marido que desconocía. Estos rumores fueron objeto de un reportaje que hizo que Marichalar recurriera a los tribunales para defender su honor.
Los rumores sobre la separación de los duques de Lugo empezaron tras conocerse el ingreso de Jaime en el hospital. La pareja pasó un tiempo en Nueva York donde él recibió tratamiento. La infanta regresó a Madrid dejándolo solo. Para entonces, las murmuracones sobre la vida de Marichalar se propagaban como la pólvora. La prensa no fue ajena a esta cuestión y los teléfonos de Zarzuela no paraban de sonar buscando respuestas. Sorprendió que en ese momento tan delicado, Casa Real abandonara a su suerte a Jaime a nivel mediático.
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Así fue el final de Jaime y Elena
> Mientras los rumores sobre la vida privada de Marichalar iban en aumento, la infanta Elena ya había anunciado a sus padres sus deseos de separación. Todo se produjo en un ambiente muy tenso. La hija mayor de don Juan Carlos y doña Sofía quería librarse de su marido y no volver a tener contacto con él. No había nada que objetar dado que la pareja firmó unas capitulaciones matrimoniales donde todo estaba estipulado en caso de divorcio.
Si de algo se ha quejado Jaime en privado es que la infanta haya dificultado su relación con Froilán y Victoria. De hecho, cuando eran pequeños y su padre les llamaba, no se ponían al teléfono. Una voz al otro lado le decía a Marichalar que estaban durmiendo, comiendo, jugando, estudiando… Esto hizo mucho daño al ex duque de Lugo, que es todo un padrazo. Ahora que Pipe y Vic ya son mayores de edad, los problemas para verse han desaparecido. En cuanto a la infanta Elena, todo sigue igual. No quiere ver a su ex ni en pintura y le sigue contrariando que tenga relevancia social.