Belén Esteban siempre se ha mostrado encantada con utilizar el apelativo con el que se coronó a la adorada Lady Di, princesa del pueblo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la rubia contempla con horror como una gran parte de ese pueblo que la encumbró le da la espalda. Todo tiene su final y nada dura para siempre. Así se está produciendo el descenso a los infiernos de Belén Esteban. Te lo contamos todo a continuación.
La soberbia de Belén
> No corren buenos tiempos para Belén Esteban. Su estrella se desmorona y son muchas las críticas que está recibiendo. La rubia ya no concita audiencias y los belenazos son cosa del pasado. Ha quedado demostrado durante el contencioso legal que ha mantenido con Toño Sanchís. Sus apariciones en el Deluxe han sido un fracaso. De hecho, la relegaron a la franja de medianoche. Sus aventuras y desventuras con el manager no han interesado.
Es posible que a Belén le haya pasado factura esa soberbia acentuada que se ha convertido en una de sus señas de identidad. Lejos de mostrarse acorde a su situación, sigue produciéndose altiva y mirando a los demás por encima del hombro. De momento, en Sálvame aguantan aunque no parece lejano el día en que la pongan en su sitio.
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Belén, de princesa a bruja del pueblo
> Belén concita tantos odios como adhesiones. Nada en ella tiene un término medio. Es el exceso que marca el éxito. Su campaña contra Toño Sanchís ha hecho que muchos en redes sociales carguen duramente contra ella. Ciertamente, no ha gustado lo que se ha interpretado como una campaña de acoso y derribo contra el manager. Y llegados a este punto, la Esteban tiene las de perder.
Y como todo lo que va, viene, dicen que por una cuestión de karma, la rubia observa estos días como los usuarios de redes sociales se dirigen a ella como “La bruja del pueblo”. También le dedican otros calificativos nada agradables. Algunos hasta le desean que pague “por todo el daño” que le ha causado a Toño “por ensañarse” contra él desde su púlpito de Sálvame.
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Toño se ríe en la cara de Belén
> Quien esta aliviado y hasta reconfortado viendo la contestación que está recibiendo Belén en redes sociales es Toño. Su entorno asegura que está tranquilo y nada preocupado por ese proceso penal que la rubia anunció, previo pago de su importe, en el Deluxe. Por cierto, que temiendo el pinchazo de audiencia, la entrevista no se alargó.
Otro punto que se desliza desde el entorno de Sanchís es el que hace referencia a los problemas con Hacienda de la rubia. Los mismos arrancaron antes de que él la representara. De hecho, su abogado de entonces echaba la culpa a su asesor, a quien consideraba un auténtico despistado y poco capacitado en estos menesteres.
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Belén acude a las alturas para vetar a Toño
> Hay quien asegura que Belén ha vuelto a las andadas y ha recurrido a sus contactos en Telecinco para vetar a Toño. Si esto fuera cierto, se confirmaría su modus operandi. Ella misma reconoció que se encargó de cortarle las alas a su ex marido, Fran Álvarez. Estaba previsto que el camarero se enrolara en Supervivientes pero la rubia lo impidió.
En esta ocasión, le habría tocado el turno a Toño. ¿Hasta cuándo durará este veto? Si fuera cierto, hasta que el representante tuviera una noticia importante que interesara a uno de los programas de la cadena. En cuestiones de audiencia, las televisiones no se casan con nadie. Por otro lado, dado que los audímetros le han dado la espalda, la Esteban ya no tiene el poder de antaño.
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Belén y sus exclusivas, papel mojado
> Si en televisión ha perdido fuelle, lo mismo ocurre en el papel cuché. Belén no interesa porque las últimas exclusivas que ha realizado apenas han tenido repercusión. Lo de la bomba de insulina o el anuncio de boda con Miguel han sido temas metidos con calzador. A esto hay que añadir que su actual pareja no tiene tirón. Ella asegura que el conductor de ambulancia desea ser anónimo. Nadie lo niega, pero también es verdad que no existe interés mediático en él.
Uno de los grandes damnificados de Belén Esteban es Jesulín. Durante años, el torero y su familia han servido de pim, pam, pum para la rubia. No paraba de contar historias, cada una más fuerte que la anterior. De ahí que el torero esté disfrutando con su ocaso. No puede arremeter contra él porque Andrea Janeiro, a quien convirtió en la niña más famosa de España al nombrarla un día sí y al otro también en televisión, se lo impide. En realidad, su hija es otra de sus grandes damnificadas. Para ella no ha sido plato de gusto tener que escuchar ciertas cosas. De ahí que le haya parado los pies en seco.
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