Ha hecho todo lo posible por mantener a su hija en el candelero, pero los esfuerzos de Maite Galdeano no han tenido el efecto deseado. Más bien todo lo contrario, se han vuelto contra ella. Sofía Suescun, la niña de sus ojos, se ha convertido en la reina destronada de los realities; ya no goza de la misma popularidad que antes. Y por darlo todo en su defensa, la navarra podría ver cómo su vida se arruina sin poder hacer nada por remediarlo.
Su notorio aterrizaje mediático
> Peculiar. Esa es la palabra que a todos se nos vino a la mente cuando vimos por primera vez a Maite Galdeano aparecer en la televisión. La navarra, que se ganaba hasta entonces la vida como conductora de autobuses, se hizo famosa gracias a su paso por Gran Hermano 16. Un concurso en el conocimos a la vez a su hija, Sofía Suescun. Ambas entraron al reality juntas y a nadie le resultaron indiferentes. Ahí empezó su meteórico ascenso a la fama.
Todos los programas querían (y quieren) tenerlas en sus filas. Con su disparatado carácter las broncas están más que aseguradas. Maite es una de esas personas que no tienen pelos en la lengua: dice lo que piensa sin importarle a quién tiene enfrente. Sin embargo, y aunque su personalidad es arrolladora, no puede evitar estar a la sombra de su hija. La joven es un auténtico animal televisivo.
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Su peor traspiés: una enfermedad sin cura
> Mientras que la presencia de Sofía en los medios aumentaba, la de Maite decaía. Además, lo hacía a pasos agigantados. Pero no es que los programas se hubiesen olvidado de ella. Esta versión navarra de Aída Nízar es siempre bien recibida. Sin embargo, se veía obligada a retirarse del mundo mediático por obligación. No le quedó otro remedio al ser diagnosticada de una grave dolencia que ponía su mundo patas arriba: padece fibromialgia, también conocida como la enfermedad silenciosa.
Esto no solo le produce intensos dolores musculares por todo el cuerpo cuando sufre un brote sino que ha hecho que Maite sufra incluso depresión. Una situación que la ha llevado al límite en varias ocasiones. De hecho, a punto ha estado de quitarse la vida para no tener que seguir sufriendo. «Me quise suicidar tirándome a las vías del tren. Mis perros me sacaron el cuerpo de las vías con el hocico. He llegado a pedir al médico la eutanasia porque no quería vivir más», reconocía públicamente. Por suerte, ha renacido de sus cenizas. Pero… ¿por cuánto tiempo?
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Su peor enemiga, ella misma
MAITE GALDEANO LA ELEGIDA DE DIOS PARTICIPANTE RESERVA POR LA BAJA DE JULIO 😘💋😘😍🙏👑 #MAITEGANADORA #GHDÚO9F pic.twitter.com/Oo9nSbaMaz
— #ETN (@EricTamezNews) 9 de febrero de 2019
> El regreso de Maite Galdeano a televisión no esta siendo tan fructífero como esperaba. La participación de su hija, Sofía, en GH DUO está reportando a toda la familia innumerables sinsabores. Para empezar porque, tras ganar dos realities, la joven ha sido una de las primeras expulsadas. Un duro varapalo para su descomunal ego. Su juego con Alejandro Albalá no ha tenido buena acogida. Tampoco la han tenido los esfuerzos que ha hecho Galdeano desde plató por asegurarse la permanencia de su niña en el concurso.
Y es precisamente el hecho de sacar la artillería pesada por ganarse a la audiencia lo que ha hecho que Maite Galdeano se busque su propia ruina. Durante su visita exprés a Guadalix de la Sierra hace unos días puso todo de su parte para dar juego. Así, cuando habló con Alejandro (su ¿yerno?) sobre su curiosa relación con Sofía, aprovechó que estaba en directo para hacerse notar, lo que a ella le gusta. No paró de cantar y bailar. Posteriormente, ya en plató, siguió con el mismo comportamiento. Pero las risas se han transformado en llanto.
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Una petición firme que puede acabar con ella
> Maite, que comparte enfermedad con otros rostros conocidos como Lady Gaga, María José Campanario o Morgan Freeman, entre otros, veía feliz algo de luz al final del túnel. A finales del pasado año regresaba como un terremoto a Sábado Deluxe para compartir con todos una inmejorable noticia: le habían concedido una paga de 1100 euros mensuales. «Por fin hay jueces en los que confiar que me han dado la razón. He conseguido la incapacidad”, explicaba.
Sin embargo, ahora podría ver como esa felicidad se desvanece en mil pedazos. Tras el comportamiento que tuvo en GH DÚO hace unos días, Maite Galdeano se enfrenta a un momento delicado. Su futuro está en juego. Desde las redes sociales se ha iniciado un movimiento con un objetivo firme: que le retiren la paga a la exconcursante de Gran Hermano. » La he denunciado y van a investigar su pensión por incapacidad!», decía una tuitera. «Te vamos a llevar un inspector para que revise tu pensión de invalidez, porque tiene toda la pinta de ser un fraude», comentaba otra usuaria de esta red social.
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Un ocaso televisivo buscado
> Por si esto fuera poco, hay una mujer que está provocando un enorme malestar en Maite. Compartir horas de plató con la que fue (y quizá será) su consuegra, Paz Guerra, no está siendo fácil para Galdeano. De hecho, tras un encontronazo con la madre de Alejandro Albalá ha llegado incluso a plantearse abandonar la televisión. Ya no queda ni un ápice de la confianza que antes tenía en sí misma. Su personalidad está perdiendo fuelle.
Paz acusaba a Maite de ser «una analfabeta emocional». Una declaración que no le sentó nada bien y así lo hacía saber públicamente. Sin embargo, luego reculaba y aseguraba que lo de querer dejar la pequeña pantalla había sido solo un calentón. Tenemos «elegida de Dios» para rato; y es que quizá si le quitan la pensión busque un asiento fijo en los platós para ganarse la vida.